Retiro preparatorio: El viernes 22 de marzo de 1889 inicia la novicia María de los Apóstoles tres días de retiro como preparación a sus votos perpetuos. Ella estaba altamente agradecida por el favor de la ratificación episcopal de la primera Regla para Hermanas, escrita a puño y letra por el Fundador en cuatro páginas (S194-5). En sus reflexiones medita sobre sus años pasados y escribe entonces en francés su determinación conclusiva y su propósito: Evoca sus primeros votos de 1859, treinta años atrás:
“Debo vivir exclusivamente para la Congregación… María Santísima es mi Madre, mi sostén, mi todo. Debo cumplir cada cosa según el espíritu del Fundador. En estos cuatro meses se ha completado aquí todo aquello que yo deseé desde 1859 a 1889”. DSSXV.I 159.
En Retiro: En el segundo día de retiro espiritual para los votos, el 23 de marzo de 1889, sábado siguiente, llega el P. Lüthen para animarla en lo que ha deseado durante esos 30 años anteriores y ya se cumple como última gracia, corona y conclusión. La invita empero a ser “celosa pero con moderación”, ya que él ha observado su temperamento férreo y resuelto para ser columna que no vacila, ejemplar. Al final le expresa la voluntad del Fundador sobre sus votos, que deben ser simples y no solemnes.