partir de las dos fechas ya aludidas – y, por ende, a través de los siglos – 1799 se constituyó otra vez en una fecha sin precedentes para los observadores del firmamento; pues según el eminente científico alemán Alexander von Humboldt y su gran amigo y colaborador A. Bonplandt, tuvieron la dicha ambos de gozar con la contemplación de más de treinta mil luces por hora caídas del cielo, en un lapso tan largo como puedan ser cuatro horas de festival celeste: ésta sí fue una espectacular lluvia de estrellas, no lo duden un instante. Obviamente, fueron varios los registros que hubo, para esta ocasión, en otros tantos sitios de las Américas. Por cierto que para esta ocasión Humboldt llegó a enterarse de que existían datos acerca de que, en Cumaná (Venezuela), había registros de otra lluvia de estrellas como habiendo tenido lugar en 1766, es decir, treinta y tres años antes. 1833 – Ya para esta ocasión los observadores estaban familiarizados con el fenómeno espectacular. Pero fue a causa de la majestuosidad de lo ocurrido en esta fecha, para la noche de noviembre 12 y 13 de 1833, cuando surgió la primera teoría acerca del origen de los meteoroides causantes de las lluvias de estrellas. Además se establecería el "punto radiante" del fenómeno, que viene a ser el punto de origen en la perspectiva lejana del firmamento, de donde proviene el aguacero celestial. Pero antes de aclarar esto, es bueno saber que para aquella ocasión, por ejemplo en Boston llegó a considerarse que la frecuencia de meteoros, de unos 240.000 vistos en las nueve horas que duró la tempestad, equivalió a casi la mitad de copos de nieve que acarrea una tormenta nívea en un crudo invierno. Claro está que este tipo de comparaciones puede hacer sonreír. Fueron entonces los observadores norteamericanos quienes resaltaron ese punto radiante en la Constelación del León, y de donde parecía provenir en el cielo la lluvia de estrellas de aquel noviembre que, por tanto, motivaría el nombre de LEONIDAS para ellas. Ahora bien, aún para esta época se creía que una lluvia de estrellas surgía desde un solo y único punto radiante en el firmamento. Pero fue el matemático Denison Olmsted quien aclaró el hecho de que los meteoros constituyentes de lluvias de estrellas provienen desde diversos puntos, que conformarían el "enjambre" de meteoroides desde el que se disgregan, entrando a la atmósfera del planeta cual en desbandada. Es así como dichos meteoroides arden al entrar a nuestra atmósfera, a causa del roce de resistencia que se genera entre su materia y la composición de gases atmosféricos. No obstante, los meteoros tienden a una especie de configuración de trayectoria paralela los unos con respecto a los otros, y es solamente el efecto de perspectiva de profundidad de campo, lo que los hace ver desde aquí de la Tierra, cual si provinieran desde un único punto radiante que los originara. 1866 – Este fue el momento histórico del descubrimiento que explicaba la recurrencia anual de las lluvias de estrellas o meteoros. Pues bien, por aquellos días, los astrónomos Ernst Tempel y Horace Tuttle descubrieron, cada uno de manera independiente, un débil cometa. En el detenido estudio de la órbita de dicho cometa, que luego se llamaría el cometa Tempel-Tuttle, se calculó que obedecía a una órbita de corto período, a saber, visitaba nuestro Sol cada 33 años. Y he ahí que para noviembre de este 1866 ya existía la predicción de una tormenta de estrellas, a saber, las Leónidas. Se comenta que la de esa ocasión fue asombrosa. Ocurrió entonces que el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli, para noviembre de 1867 calculó la órbita que tendría el enjambre constituyente de los meteoros de las Leónidas, y ¡oh sorpresa!, descubrió que dicha órbita coincidía con la que ya se había descubierto con respecto al período orbital del cometa estudiado por Tempel y Tuttle. Con dicha coincidencia, quedaba transparente el camino de la siguiente deducción: los meteoroides que conforman el enjambre de donde se disgregan las lluvias de estrellas, no son otra cosa que restos de la cola y demás constituyentes de los cometas y otros cuerpos del sistema solar, al pasar veloces y dejar regados pedazos de su materia constitutiva en los diversos perímetros del sistema solar; pues bien, cuando la Tierra se cruza con la órbita del enjambre de partículas dejado por el cometa, entra en interacción con el mismo y, debido al tirón absorbente de la gravedad de nuestro planeta sobre dichas partículas, que se constituirán en "meteoros" al entrar en combustión y arder a lo interno de nuestra atmósfera, ingresan a nuestro escudo atmosférico y se queman en la gran altura – proporcionándonos el brillo fugaz de su explosivo cataclismo. 1899 y 1933 – Estas dos fechas fueron más que decepcionantes para los expectantes observadores de las Leónidas. En efecto, la lluvia de estrellas en aquellas ocasiones no pasó de ser débiles flechazos de estelas fugaces. Pero lo que sucedió no es más que un aspecto de la evolución del fenómeno en el sistema solar. Dado que existe la premisa científica de que las lluvias de estrellas tienen sus "puntos picos" o cumbres de fenomenal acumulación del material cometario, concentrado en el llamado enjambre, que es con el que se cruza la Tierra cuando se atraviesa con la órbita del mismo. Orbita ésta que a su vez está constituida por las partículas y guijarros y polvo regados acá y allá, a lo interno de una gruesa y larga faja que se extiende tan lejos en su sendero elíptico por el sistema solar, como lo pueda hacer precisamente la misma órbita del cometa que le dio origen. Por cierto que aquellos "puntos cumbres" o picos que determinan mayor cantidad de meteoros por segundo al volverse incandescentes en la alta atmósfera, son ocasionados porque el cometa que los origina, cuando se encuentra en su perihelio y, por ende, se acerca mucho al Sol en su viaje elíptico en torno del mismo, pues le es arrancada de su estructura gran cantidad de material no sólo por parte del carácter absorbente de los campos gravitatorios interplanetarios, sino también por el rudo soplo del viento solar; así es como el cometa desprende partículas y pedazos de su núcleo y cola, restos que va dejando regados, y los cuales pasan a acumularse a las demás partículas y pedazos y polvo que ya de por sí conformaban desde hace siglos la especie de faja o flujo, cuyos componentes quedan dando vueltas alrededor del Sol cual persiguiendo sin cesar al cometa que les dio origen. Ahora bien, supuesto que el período corto del cometa Tempel-Tuttle, que origina el material meteoroidal de las Leónidas, es de 33 años, entonces se comprenderá que los "puntos cumbres" o picos de mayor cantidad de meteoros en el enjambre acaezcan en los días o meses ya inmediatamente anteriores o ya inmediatamente posteriores al perihelio del cometa. Más adelante, veremos sin embargo que la verdad de esta última afirmación es relativa. 1966 – Después de casi un siglo de haberse cual esfumado del sistema solar, por lo que respecta a esta ocasión el Tempel-Tuttle reapareció para dejar como gloriosa consecuencia una espectacular llovizna estelar, justo para el 17 de noviembre de 1966, y se dice que el espectáculo desplegado en los cielos, prácticamente rivalizó en hermosura e intensidad con las dos tormentas celestes ya clásicas, y a las que ya hemos aludido, es decir, los aguaceros de Leónidas de 1799 y 1833 respectivamente. 1998 – Gracias a los cielos benditos el Cometa Tempel-Tuttle visitó nuestras vecindades solares y cumplió otra vez su cita de cada treinta y tres años, cuando en febrero de este año estuvo en su perihelio, dando a sí lugar al alborozado optimismo de los amantes de las Leónidas que esperábamos poder contemplar la tempestad meteórica para el 18 de noviembre y sus fechas cercanas. De acuerdo a los cálculos de los expertos, se consideró que los sitios privilegiados para la observación del fenómeno en esta ocasión, pertenecían al Lejano Oriente, en especial Mongolia, así como por ejemplo Tailandia, India y la China milenaria. En cuanto a las latitudes ecuatoriales y con respecto a los países de acá del sur en nuestra Latinoamérica, estábamos prevenidos o bien para lograr contemplar apenas unos pocos meteoros por hora, o bien para ser gentilmente agraciados por los cielos y, por esos raros caprichos de las Leónidas, resultáramos contemplando un corajudo enjambre de meteoros que intempestivamente se abrieran camino, incandescentes por entre nuestro firmamento noctámbulo. Por lo pronto, hemos de aclarar que este tipo de acontecimiento celeste, tanto como los cometas y los eclipses, son considerados por la comunidad astronómica mundial en tanto que el asunto más apropiado de investigación para las asociaciones de astronomía amateur y aficionada. Pues los datos que resultan del seguimiento y observación de dichas asociaciones acerca de las lluvias de estrellas, son remitidos a instituciones mundiales e internacionales de la ciencia espacial y planetaria, tales como, por ejemplo, la NASA, la Unión Astronómica Internacional, y en general centros de estudio y observación de meteoros y cometas de varias partes del mundo. Y para esta ocasión, durante casi siete días – a partir del 14 de noviembre y hasta el 21 del mismo mes – se realizó por primera vez en la historia una observación y seguimiento y registro de lluvia de estrellas "a nivel global y planetario" y, por tanto, con una amplitud de cobertura como nunca antes se había podido ejecutar. Por parte de nuestro país, quizás por primera vez también, se unieron los principales grupos de astronomía, así como otras personas aficionadas a la noble pasión científica, y realizamos un trabajo de investigación y seguimiento de las Leónidas a partir de la comunicación que establecimos durante unos tres meses, por medio de la lista interactiva en Internet, denominada "Lista de Astronomía Colombiana" (vernalg@list.to), la cual fue creada y es dirigida por el ingeniero y astrónomo Antonio Bernal Gonzales. A buena hora, Antonio nos propuso a todos los astrónomos amateur y profesionales del país el proyecto de llevar a cabo un trabajo de observación meticuloso, "monitorado" y dirigido por él, de aquello que pudiéramos registrar de las Leónidas para las fechas indicadas como óptimas. Así fue como fueron reunidos todos los datos que cada grupo logró registrar, los cuales se procesaron y respectivamente se enviaron a la "SOMYCE" – "Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España" – con lo cual nuestro país contribuyó al cultivo de un granito más en las ciencias espaciales para acceder al mejor conocimiento de los fenómenos interplanetarios en nuestro sistema solar. CONTACTO BOLETIN MENSUAL DE FENOMENOS EXTRAÑOS Nº 11 – Julio de 1999
Editado por Jessica Vanesa Parmigiano y Carlos Alberto Iurchuk jesso@datamarkets.com.ar iurchuk@netverk.com.ar
Se permite la reproducción parcial o total, por cualquier medio, de los artículos presentados en este boletín. Si así se hiciere, se agradecerá la notificación al autor del artículo y a los editores del boletín.
Leopoldo Fausto Montello Buenos Aires – Argentina CIEAO – Centro Investigaciones Especiales Alfa Omega cieao@ciudad.com.ar
Mucho se ha especulado y se sigue conjeturando acerca del verdadero valor y esencia del tiempo. Hacen unos años atrás, llegué a la conclusión que el tiempo algo inasible y sin parámetros como pueden tenerlo las otras dimensiones en que nos movemos, no existe como tal. Sin querer parafrasear a Einstein, decimos que sólo existe como una relación a "antes, durante, después" de determinados eventos. Visto desde otro ángulo, equivocadamente, invocamos el proceso evolutivo de un organismo como obra del tiempo... y no es así, pues entonces, el tiempo sería el mismo para todos los seres que pueblan este planeta, cosa que podemos probar continuamente. Pongamos por ejemplo, el ciclo vital de la mosca de mayo, sabemos que se cumple en 24 horas (un día terrestre), ella nace, crece, se reproduce y muere. En cambio, nosotros, seres humanos, cumplimos este mismo ciclo, pero mucho más lentamente (relación tiempo – velocidad). Es indudable que para la mosca de mayo, el tiempo tiene una significación muy relativa, como tampoco lo tenía para el hombre prehistórico que deambulaba en la noche de los tiempos sin almanaques ni relojes; se limitaba a sobrevivir. Se crece, envejece y muere, "no porque pase el tiempo", sino porque todo organismo debe cumplir su ciclo vital, ya sea planta, hombre o animal y durante ese período, el ser asiste a diversos acontecimientos que jalonan su vida y estos ya se encuentran dentro de esa "dimensión que llamamos TIEMPO", sino ¿cómo explicarnos los fenómenos de clarividencia y precognición?... simplemente, porque hay seres que pueden ver "más allá" y predecir lo que ocurrirá en un lapso, que a veces pueden determinar con mayor o menor magnitud. Imaginemos una película cinematográfica donde está impreso todo el desarrollo de los sucesos: nosotros avanzamos por esa cinta, "no el tiempo". Esta comparación, que la sugerí años atrás, posteriormente la encuentro expuesta en una conferencia pronunciada por Sir Oliver Lodge, en la Universidad Británica de Cardiff , sobre "Clarividencia en el futuro", lo cual me da la pauta que la idea es la correcta. Es indiscutible que nuestra medida del tiempo, no es la misma para todos, y haciendo míos los conceptos vertidos en esa conferencia por Sir Lodge, se comprende que encaramos en forma objetiva, lo que en realidad es subjetivo.
El Yunque Sus leyendas, misterios, desapariciones, y fenómenos paranormales en el área
Lucy Guzmán San Juan – Puerto Rico Lucy@hayuya.taino.net
Primero les contaré lo que es el Yunque para luego pasarles a contar sus leyendas, desapariciones, misterios, y algunos fenómenos paranormales en el área.
¿Qué es el Yunque?
El "Yunque" es el único bosque tropical en el sistema de bosques nacionales de los Estados Unidos con una extensión de unos 28.000 acres. También se conoce como: "Caribbean National Forest" o "The Rain Forest". El Bosque se encuentra a 20 millas al sudeste de San Juan, Puerto Rico, en la Sierra de Luquillo – montañas que constituyen una cordillera muy importante - y puede llegar a él cogiendo el expreso #3 (hacia el este) que va de San Juan hacia el pueblo de Luquillo y Fajardo; luego, ya cerca de Luquillo, se desvía hacia la carretera # 191. Se cree que el nombre de "Yunque" se deriva de la palabra indígena "Yuke" que significa "tierra blanca", refiriéndose a las nubes que generalmente la cubren. El pico más alto de la Cordillera es "El Toro" con una elevación de 3.526 pies. El segundo más alto lo es el Yunque con una elevación de 3.493 pies. El Yunque es un lugar que pocos visitantes se van sin verlo; anualmente lo visitan alrededor de 1 millón de personas.
Forestación
El bosque contiene 4 fascinantes ambientes tropicales en los cuales incluye un exótico bosque tan alto como 2.500 pies donde la mayoría del tiempo está cubierto de nubes y en el cual caen alrededor de 240 pulgadas de agua al año, en los picos más altos, y más de 100 billones de galones de agua caen cada año. Por tanto, es el único bosque, en la isla, sin problemas de incendios. Alrededor de unas 50 especies de orquídeas, 150 tipos de helechos, 225 especies de árboles nativos (más que ningún otro bosque nacional, y contiene la mayor parte de la madera serradiza que queda en la Isla). Las cabezas de 8 de los ríos más importantes nacen en esta montaña proporcionando agua y fuerza hidráulica a el área este de la isla.
Vegetación
De acuerdo al nivel del mar en que se encuentren, en el Yunque encontrarán 4 tipos de vegetaciones. Bosque Palmas: Se encuentra a unos 500 metros del nivel del mar. Este está esparcido por barrancos y compuesto, mayormente, por Palmas de Sierra.
Los Tabonucos: Se encuentra entre 150 y 600 metros de elevación y es el área de los Arboles Grandes.
Palo Colorado: Se encuentra entre 600 a 900 metros de elevación y está identificada por el centro de Información del mismo nombre. En esta área predominan la Palma de Sierra, el Palo Colorado (donde anidan las cotorras nativas puertrorriqueñas) y el árbol de Yagrumo.
Los Picos, o Areas de Nubes: se encuentra a unos 900 metros de altura. En ésta parte se encuentra el Bosque Enano en donde los árboles crecen menos de 20 pies de alto, debido a los fuertes vientos en el área, sus ramas son gruesas, la superficie del dosel es plana. Aquí pueden notar como de los árboles cuelgan húmedos musgos y las hojas parecen barbas. Las Bromelias, que generalmente son epífitas, en esta área crecen en la tierra.
Vida silvestre
La vida silvestre, es poco común en otras partes de la Isla. La cotorra, la cual se encuentra aquí en estado silvestre (otras se enviaron en cautiverio a el Bosque de Río Abajo en 1992). La Llorona, halcones, búhos, palomas, turcas, perdiz. Las culebras son raras, hay boas que puede alcanzar hasta unos 7 ½ pies de largo, pero rara vez las ven. Pero… no teman, no hay culebras venenosas en el bosque, ni el resto de la Isla. También hay una especie de lagartijo color verde brillante que puede medir hasta unos 16 pulgadas de largo. Trece especies de ranas arbóreas (los famosos coquís). Ciempiés. Tarántulas. Escorpiones, son raros. Las mangostas son más comunes. Y en los riachuelos hay peces, camarones, y camaroncillos.
Objetivo del bosque
El objetivo principal del Bosque es el de hacer investigaciones que determinen las mejores técnicas del manejo de madera. Los árboles inferiores se reemplazan por árboles más productivos. Los árboles maduros se venden; y la madera se cosecha de acuerdo a prácticas forestales sensatas. El 25 % de los productos de esas ventas se le devuelven al Gobierno local para carreteras y escuelas. Pero… hay un área de 2.100 acres conocido como Area Natural Baño de Oro, que ha sido reservada, permanentemente, por el jefe del Servicio Forestal, con el propósito de conservar en estado virgen los 4 tipos de bosques de esa montaña. En esa área, nunca se cortarán un árbol, ni se construirá carreteras o caminos.
¿Qué le provee al turista el bosque?
Los recursos del Yunque tales como ese fresco clima, agua, madera, recreación, vegetación y vida silvestre, provee al visitante la oportunidad de aprender sobre lo que es un bosque pluvial, en solo unos 45 minutos, escapar de la ciudad y poder pasar un día de paz con su familia donde pueden ir a correr bicicleta, subir montañas, hacer pasa días, bañarse en las cascadas o ríos, subir a la Torre de observación, caminar por uno de sus senderos, ver unas 68 tipos de pájaros, incluyendo la alusiva cotorra puertorriqueña, admirar una bella vista de la Isla, y poder observar y disfrutar de las orquídeas, helechos, y árboles nativos.
¿Qué nos encontramos según vamos entrando al Yunque? Caída de agua "La Coca": Llamada así en honor a la Sra. Ramírez de Coca, antigua dueña de la plantación de café que había en el área. El río que corre en ella también se llama "Coca".
"Torre de Observaciones Yokahu": Donde pueden disfrutar de tremenda vista del noreste de la Isla. Si va a subir a la Torre de observaciones, prepárese a subir unos 96 escalones.
"El Sendero de los Arboles Grandes": Donde verá los árboles más grandes que hay, el sendero está pavimentado y rotulado con los diferentes componentes del bosque y sus funciones. Por ese sendero, se llega a la caída de agua de "La Mina" la cual está a unos 1,7 kilómetros. Luego puede subir al área de Palo Colorado el cual está a unos 8 kilómetros por un camino bien empinado.
"Centro de Información Palma de Sierra": Los guardabosques les dan información sobre el bosque y a donde pueden comprar mapas, libros y material fotográfico. Frente a este centro está la entrada al "Sendero del Yunque" por el cual llega a el "Pico del Yunque", "La Roca", y "La Torre de los Picachos".
"Area Recreativa Caimillo": Después de "Palma de Sierra" llega a él por el "Sendero Caimillos".
"Area Recreativa Palo Colorado": Puede bajar unos 8 kilómetros hasta llegar a la caída de agua de "La Mina" donde encontrará el "Sendero Palo Colorado" el cual, más arriba, conecta con el Yunque.
"Sendero El Toro": conduce al "Pico El Toro", el más alto de la Sierra de Luquillo. Si va a ese lugar, prepárese a caminar unos 12,9 kilómetros.
Y… "El Portal" el cual es una nueva atracción ecoturística. Administrada por el "Eastern National Park e Monument Association", la cual es una organización sin fines de lucro y la cual también está a cargo de "El Portal Gift Shop" el cual está abierto al público 7 días a la semana de 9 AM a 5 PM,