Partiendo desde un punto de vista simbólico connotativo, esos informes denotan una estructura mítica singular, que se corresponden con el mito del héroe y con las funciones básicas del rito de iniciación o pasaje, que advienen en una transformación del sujeto, mostrando cómo es posible que se produzca la separación de las condiciones originarias de totalidad y la adquisición de un nuevo estado. Esta lectura antropológica queda ampliamente avalada y enriquecida por la investigación psicológica, cuyo estudio pormenorizado (eje sintético del trabajo) revela que las narraciones de los abducidos remiten a escenas perinatales, esto es, en torno al momento del nacimiento, o del desprendimiento del niño del cuerpo materno, escenificando la angustia que emerge en aquellos testigos, por cuanto el nacimiento – como recreación imaginaria – se constituye a posteridad en modelo o prototipo de la angustia primigenia, separación del cuerpo materno, como efecto del denominado complejo de castración o ruptura de un lazo imaginario. Esta vuelta al origen confronta al hombre con sus mitos, descubriendo en el trasfondo regresivo una estructura común, al interrogarse por el nacimiento.
Los relatos de abducción, o secuestro (1) alienígena, constituyen las más interesantes narraciones de casos sobre encuentros con ovnis, no sólo por lo extraño del contenido, sino también por los indicios reveladores de su eventual naturaleza. Es esta clase de informes los que durante largo tiempo han permitido suponer que irían a aportar los argumentos confirmatorios de la procedencia extraterrestre del fenómeno. En cambio, a medida en que nos adentramos en el misterio se deja entrever cuán complejo resulta el problema. Entre los diversos tipos de manifestaciones, como es sabido, la mayoría se refiere a avistamientos de objetos a larga distancia y altitud, y de objetos relativamente próximos, con formas bien apreciables. En menor cantidad se hallan los aterrizajes, y aún menos frecuentes son los encuentros cercanos donde se observan entidades u ocupantes, la mayoría de las veces esquivos y faltos de interés en el ocasional testigo. En contraste con esa conducta (huidiza o indiferente), nos hallamos con otro conjunto de informes donde el testigo dice haber sido invitado al interior del objeto – ora nave –, y haber participado de conversaciones amigables, en las cuales es usual que se le transmita algún tipo de conocimiento, predicción o aviso rodeado de cierta aura espiritual. Una tercera categoría es, precisamente, la de las abducciones. Bien diferente a las anteriores, aquí los abductores – mostrando inocultable interés en la especie humana – se apoderan impunemente de la persona humana, reduciéndola física o volitivamente, para conducirla a otro sitio donde es retenida y sometida a variados exámenes físicos. Notando un comportamiento tan dispar según las diversas modalidades de presentación, algunos ufólogos han sugerido que semejante incongruencia podría deberse a que se trata de diferentes razas de extraterrestres, como ser: malvados grises y benévolos rubios. Para otros, una u otra población de casos sencillamente no es real. Sin embargo, en todas resulta sugerente que las entidades alienígenas suelan ser descritas con un aspecto humanoide. Dicho término, definido como un estado a semejanza del hombre, no puede dejar de ser atendido. Ellas se muestran como variantes de la forma y comportamiento humanos. Así visto, es posible señalar, aunque más no sea por analogía, que hay algo del hombre en dichas apariciones, algo que está presente y se le manifiesta, habitualmente con un claro interés en su persona. Curiosamente, los investigadores de ovnis han adoptado el término "síndrome de abducción pos – traumático" para referirse a un conjunto de signos y síntomas de causa desconocida o indeterminada (síndrome), que suelen observar en aquellas personas que aseguran haber sido víctimas de un secuestro por parte de presuntas entidades alienígenas, sin poner en duda que el mismo se produce como consecuencia del indeseado encuentro, expresado en un daño o trauma psíquico y acompañado en ocasiones por manifestaciones somáticas. Aún más, la presencia de tales evidencias (que la literatura ufológica abunda en detalles), pretenden avalar el prosaísmo que surge de sus relatos. Sin embargo, debería ser considerada la posibilidad de que el propio testimonio ufológico pudiere ser parte de una fantasía de naturaleza inconsciente de un acontecimiento anterior y desencadenante de relatos de abducción. En síntesis, el episodio traumático se situaría en una instancia previa, muchas veces arcaica, siendo el relato del abducido un intento de simbolización, vale decir, una vía que encuentra el inconsciente para la representación y resolución del trauma.
La memoria recuperada
Uno de los recursos mediante los cuales se pretende dar estatuto de realidad a dichos relatos, es el empleo de hipnosis, con el supuesto que los testigos guardan recuerdos de su experiencia que han sido cancelados a su memoria consciente. No vamos a extendernos sobre el tema, pero es necesario brindar algunas precisiones. Las declaraciones efectuadas en estos estados pueden revelar la verdad concebida por el sujeto, lo que no siempre coincide con los acontecimientos narrados. Precisamente, uno de los instrumentos que estimulan – en cualquier individuo – la creación de fantasías oníricas es esta clase de pruebas. No es casual que las confesiones o declaraciones realizadas bajo hipnosis no sean tomadas como válidas en los tribunales de justicia, como tampoco las que se producen estimuladas por cualquier tipo de drogas (pentotal, thionembutal, etc.). El bajo coeficiente intelectual (por su mayor dificultad de discernimiento de la realidad), y las denominadas "personalidades propensas a la fantasía" (expresión de moda, característica de la neurosis histérica, aunque no exclusiva), encuentran una vía rápida para la sugestión hipnótica, así como la tendencia a imaginar objetos y situaciones fantásticas. En suma, el valor de estos procedimientos ha sido muy cuestionado, pues se admite que en estado de ensoñación, de inconsciencia o seminconsciencia, no hay garantías que lo expuesto por el sujeto sea real, siendo frecuente que se trate de un delirio oniroide, en el cual el individuo habla de aquello que desea o teme que haya sucedido, más de lo que en realidad ocurrió. Para un creciente número de ufólogos, las experiencias de abducción alienígena suelen producir estados amnésicos, la pérdida de memoria de la totalidad o un fragmento significativamente importante del inusual encuentro. A veces, un tiempo perdido en el que – para otros – no se recuerda porque nada habría ocurrido. Además, para qué los extraterrestres irían a bloquear la memoria consciente, si nos resulta luego tan sencillo desbloquearla. Uno de los habituales argumentos expuestos para justificar la falta de recordación de tales episodios, consiste en que la situación ha sido tan traumática (es decir, difícil de ser elaborada), que el testigo – protagonista ha debido defenderse psíquicamente pasándolas al olvido. Esto podría admitirse en algunos casos, por efecto inmediato de un shock hasta su recomposición anímica y emocional. Aunque puede darse en variadas estructuras de personalidad, es típico de la histeria, produciendo un olvido de partes de la vida ligadas a hechos traumáticos ("amnesia lacunar"). Interesará, pues, el discurso – el cómo y cuándo – para localizar ahí algo que ha sido reprimido, cancelado o bloqueado, y que se halla en el orden del deseo. Un deseo que siempre vuelve disfrazado. No obstante, los estados amnésicos pueden producirse por cuadros confusionales (psicosis confuso – oníricas) de distinta etiología, directas (meningo encefalitis, shocks traumáticos y emocionales, etc.) e indirectas (intoxicaciones, anemia, etc.), por paroxismos generalizados o ictocomiciales, característicos de la epilepsia ("ausencias", por breve pérdida de la conciencia), y otras formas menos frecuentes. Desatendiendo las causas que, por lo común, originan los estados amnésicos, muchos ufólogos están persuadidos que dichos estados constituyen una pauta corriente de las presuntas abducciones. Y esto es posible, a la vista de lo expuesto, si se abandonara la idea de los alienígenas acosando terráqueos de un lado a otro del planeta. Algunos ufólogos van más allá, y le imputan a los alienígenas el haber provocado deliberadamente la amnesia a los desprevenidos testigos, sea para ocultar sus maquiavélicas intenciones o para atenuar el impacto producido por su indubitable presencia. Por extensión, cualquier desajuste – psíquico, neurológico o comportamental – observado en el abducido, le es achacado a los victimarios de la escena.
Para dirigirse al autor de este artículo puede hacerlo por correspondencia a: Dr. Roberto E. Banchs Casilla de Correos 9 – suc. 26 (C.P. 1426) Buenos Aires – Argentina
(1) En el tecnicismo jurídico, se reserva la voz "secuestro" (abduction, en lengua inglesa) para la clase de delitos en que una persona es aprehendida, mediante la violencia o engaño, y ocultada para un determinado fin. El concepto permite aplicarse fuera del contexto estrictamente legalista y denotar la clase de sucesos en que los testigos – ovni son reducidos y, con frecuencia, conducidos al interior del objeto o a un ámbito totalmente extraño. Por igual, suele emplearse el término "abducción", de uso más generalizado. EL FUEGO DEL DRAGON BOLETIN MENSUAL DE OVNILOGIA Nº 4 – Diciembre de 1998
Editado por Carlos Alberto Iurchuk La Plata – Argentina iurchuk@netverk.com.ar
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"El modelo del año entrante" La aparición de los ovnis triangulares
Scott Corrales Bradford – Estados Unidos Lornis@aol.com
En la sección de fotografías de su libro "Flying Saucers – Serious Business", el fallecido autor Frank Edwards incluyó una cantidad de fotografías y bocetos de OVNIS, presentando sus diferencias como la "evolución" de la tecnología perteneciente a inteligencias desconocidas, siguiendo las pautas establecidas dentro de las distintas generaciones de aviones cazas militares fabricados por potencias terrestres. Dos de las fotografías comparadas son las del clásico OVNI de McMinnville, Oregon (EE.UU.) – un siniestro platívolo de color negro con lo que aparenta ser una "torre de combate" – con otro casi idéntico visto años atrás en Rouen, Francia. "La torre superior tan prominente en los modelos más viejos", reza la leyenda de la foto, "aparece modificada en este tipo", refiriéndose a una borrosa foto de otro OVNI negro fotografiado por un interceptor argentino. Estos primeros esfuerzos por componer una especie de Jane's Guide to Spacecraft presuponen la existencia de una potencia (o potencias) alienígenas que envían elementos de sus flotillas a nuestro mundo en misiones de reconocimiento – un punto de vista militarista que estaba muy de moda en dicha época, debido a nuestra preocupación con la "guerra fría" y la doctrina de "destrucción mutua certera" pregonada por las superpotencias: el investigador brasileño Dr. Olavo Fontes estaba preocupado por una ocupación "armada" de parte de los extraterrestres en el norte del Brasil, y el ufólogo Luis Anglada Font escribió sus libros desde la perspectiva de un viejo piloto de la Segunda Guerra Mundial. Con el beneficio de veinte años de conocimiento, sabemos que sus percepciones estaban más bien equivocadas. Tenemos noticias sobre todo tipo de configuración física para el fenómeno OVNI, desde los discos y puros convencionales hasta geometría más atrevidas, incluyendo trompos, lágrimas y estructuras moleculares. Pero las crónicas del fenómeno en años recientes han presentado una cantidad sumamente inusual de OVNIS triangulares, variando en forma desde enormes pirámides voladoras hasta delgados bumeranes. Los "platillos voladores" parecen ser cosa del pasado. Uno de los primeros avistamientos de OVNIS triangulares tomó lugar sobre Puerto Rico el 30 de abril de 1969. El objeto volaba sobre los cielos de Salinas, en la costa sur de la isla, a una altura estimada de 70.000 a 80.000 pies. La Guardia Nacional Aérea despachó un avión de entrenamiento T-33, al mando del coronel Fred Brown, que alcanzó una altura de 60.000 pies antes de retirarse. La película de la ametralladora fotográfica del avión de Brown logró capturar un extraño objeto con forma de punta de flecha que parecía no preocuparse por las maniobras del piloto. Se obtuvo corroboración del avistamiento gracias a los controladores aéreos en los aeropuertos de Ponce y de San Juan. Los agentes de inteligencia de la USAF embargaron la película y ordenaron al coronel Brown a guardar silencio sobre el incidente. Estimaciones realizadas a partir de fotografías tomadas de la película muestran que el ovni triangular tenía más de una milla y medio de largo. Existe un interesante antecedente a este avistamiento en Puerto Rico – un caso más viejo aún divulgado por un informe desclasificado de la CIA: en la noche del 4 de octubre de 1955, en un punto desconocido de Europa, un agente que viajaba por tren observó un extraño objeto triangular "de tamaño comparable al caza reactor [OMITIDO] con forma aplanada y con la configuración de un triángulo equilátero". El objeto fue expulsado desde su pista de aterrizaje, "realizando no menos de tres ni menos de siete espirales en el aire, antes de elevarse con gran rapidez en un ángulo de 45 grados". El agente también comentó que en cierto punto de su avistamiento, que fue compartido por un número de pasajeros en el vagón, el camarero del tren entró en el compartimento para cerrar las persianas, señalando hacia la parte posterior del tren y sacudiendo un "no" la cabeza. Los ovnis triangulares aparecieron infrecuentemente durante la década de los 70. No sería hasta la aparición del "Ala de Westchester" que se declararían masivamente. La oleada de avistamientos producida por el "Ala de Weschester" fue el comienzo de cinco años de avistamientos continuos, empezando por la aparición de un enorme bumerán sobre la autopista Taconic State Parkway el 24 de marzo de 1983, siendo visto por miles de choferes a lo largo de la carretera. El avistamiento fue mencionado en los principales rotativos de la ciudad de Nueva York. Algunos testigos manifestaron tener un gran sentido de interacción síquica con el objeto, que a veces sólo podía percibirse como un tenue collar de luces. Los detractores del caso alegaron que sólo se trataba de pruebas del súper secreto avión "Stealth" o de las maniobras de un club de aviadores de vehículos ultraligeros pertenecientes al aeropuerto de Stormville en el condado de Dutchess, N.Y. Pero aquellos que tuvieron al objeto u objetos de cerca podían atestiguar que no se trataba de ningún montaje. En el verano de 1984, un hombre fue perseguido por un bumerán que se asemejaba, en su opinión, "al destructor espacial de la película La Guerra de las Galaxias". Un padre y su hija también fueron víctimas de una persecución por un triángulo volador en la carretera 116 de Croton Falls, N.Y. El autor Phillip Imbrogno, cuyo libro "Night Siege" constituye la crónica de estos acontecimientos, manifestó que se produjo cierta cantidad de secuestros de "tiempo perdido" asociados a los incidentes del valle del río Hudson, que se extinguieron casi por completo a fines de la década de los 80.Los triángulos parecían estar dotados de capacidades que los hacían radicalmente distintos de los discos, puros y esferas vistas hasta entonces: el movimiento de "hoja en caída" característico de los viejos ovnis se convirtió en cosa del pasado para estas esbeltas y abiertamente agresivas formas aéreas. Los informes de los testigos consistentemente indican que los objetos vuelan a alturas que varían entre los 300 y 600 pies, y son mucho más grandes que los discos y platillos tradicionales (con la excepción de las famosas "naves nodriza"). Los triángulos presentaban halos de luz verdosa o azulada pero no parecían poder cambiar de color ni de forma, como sucedía en casos anteriores. Tampoco se recibieron muchos informes de aterrizajes por parte de los triángulos, y mucho menos informes sobre "ocupantes". Sin embargo, los triángulos se distinguían por la sensación de solidez que emanaban, haciendo pensar a muchos que al fin estábamos presenciando vehículos físicos – aunque faltaba por determinar si venían de Epsilon Eridani o de Edwards AFB. Wilson Sosa jamás olvidará el incidente ovni que lo lanzó repentinamente al centro del controversial mundillo ufológico: a fines de diciembre de 1988, Sosa, junto a su familia y vecinos en la población de Cabo Rojo, Puerto Rico, fue uno de los atónitos espectadores de la captura o destrucción de interceptores F-14 de la Armada estadounidense por un colosal ovni triangular durante una escaramuza con los aviones militares. En 1989, los avistamientos sobre la población belga de Eupen fomentaron el interés de grupos civiles y militares a nivel mundial. Al igual que los sucedido en el valle del río Hudson algunos años antes, enormes triángulos con potentes reflectores surcaban los cielos nocturnos, creando una sensación en los normalmente tranquilos países de la Benelux y consternación entre los elementos de la fuerza aérea de Bélgica, quienes exigieron saber si la EE.UU. estaba realizando pruebas con aviones súper secretos. Para comienzos de 1990, la SOBEPS (centro ovni de Bélgica, cuya ayuda fue solicitada por los militares) había registrado más de mil casos presenciados por 2.500 personas. Un caso excepcional lo fue el de dos interceptores F-16 despachados para interceptar uno de los triángulos: los pilotos no fueron capaces de ver nada en lo absoluto, mientras que el personal de tierra podía percibir ocho objetos. Mas de 500 testigos en todas partes de Francia dijeron haber presenciado lo que bien puede considerarse como una invasión de enormes triángulos negros el 5 de noviembre de 1990. En un artículo tomado de OVNI-MAGAZINE y traducido por George Andrews, se dijo que: "...el trayecto de esta flotilla de más de 70 aparatos (la cantidad mínima determinada) tuvo una altura de 1.000 metros (320 pies) y a veces sobre el horizonte, volando en un curso horizontal luego de bajar rápidamente del cielo, o siguiendo trayectorias paralelas guardando entre 5 a 25 kilómetros entre sí... Tomando en cuenta todos los hechos conjuntamente, podemos concluir que una inteligencia y tecnología no humana fue responsable del fenómeno". La agencia espacial francesa, CNES, con sede en Tolosa, atribuyó el evento a la desintegración del lanzador soviético Gorizont en las capas superiores de la atmósfera, valiéndose de un telex recibido de la NASA para respaldar dicho alegato. Nada de esto tomó en cuenta la gran discrepancia entre los tiempos de re entrada y los avistamientos. Los hechos manifestados por OVNI-MAGAZINE parecen apuntar hacia vehículos de la misma naturaleza que los vistos sobre Bélgica y EE.UU.: reflectores en la parte inferior del casco de las naves, estrobos que barrían la tierra, y la activación/desactivación de luces figuraban entre las características en común. Es interesante observar que cuando se produjeron avistamientos de ovnis sobre los Pirineos el 31 de marzo de 1993, CNES nuevamente intentó descartar el avistamiento como la re entrada de otro lanzador ruso que había puesto el satélite Cosmos 223B en órbita la noche anterior. Para estas alturas, los informes sobre vehículos triangulares representaban una buena parte del número total de avistamientos, y el fenómeno había cruzado el Océano Atlántico nuevamente para aparecer en EE.UU., manifestándose especialmente en Pennsylvania: la población de Williamsport fue visitada repetidamente por ovnis con forma de bumerán. Nuevamente, los avistamientos parecían seguir los parámetros ya establecidos para dicho tipo de nave, con la distinción de que ahora hacían ruido: "un ruido alto o retumbador... comparable... con el sonido retumbador de un quitanieves al barrer la nieve de una calle, o al sonido de un camión con motor diesel". Los bumeranes de Williamsport tenían aproximadamente entre 100 a 600 pies de eslora, con un alumbrado que variaba entre luces de navegación hasta un haz pulsante de luz. Durante el mes de octubre de 1993, una familia de acampadores cerca del Bosque Estatal Susquehannock, regresando a su cabaña después de un día de actividad extramural, alegadamente vio un objeto que se desplazaba lentamente sobre la cima de un monte cercano. Tenía forma de bumerán, guardando cierto parecido entre una cuña voladora carente de fuselaje y rodeada de numerosas luces blancas. Utilizando prismáticos, la familia pudo percatarse de otros detalles sumamente curiosos, como lo fue una pequeña esfera de luz azul que parecía colgar del OVNI triangular. También tuvieron la impresión que el bumerán estaba suspendido de una "ala voladora" de dimensiones aún mayores, creando la impresión de que se trataba de un re abastecimiento de combustible en vuelo. Sin embargo, el objeto misterioso no emitió sonido alguno. Los triángulos se adueñarían próximamente de los cielos sobre el condado de Westmoreland. El investigador Stan Gordon pudo examinar un caso acaecido en Greensburg, PA, en noviembre de 1993: una señora había dejado salir a su perro por la noche, y quedo sorprendida poco después al percibir que su mascota estaba "congelada en su sitio" y mirando a un extraño objeto sobre el patio delantero de la casa. La señora salió de la casa, quedándose atónita al ver un objeto de dimensiones considerables sobre un poste de teléfonos. Su primera impresión fue que una avioneta estaba a punto de estrellarse contra su hogar, pero enseguida se dio cuenta que el objeto era un triángulo gris liso con cinco luces girantes, y una luz roja de color oscuro en el centro del fuselaje inferior. A la noche siguiente, tres cazadores en busca de venados cerca de Armbrust, PA, quedaron sorprendidos y asustados cuando el haz de la linterna que llevaban cayó sobre un objeto que tomaron al principio por un tractor. Posiblemente activado por la luz, el objeto comenzó a elevarse lentamente en el aire. Los cazadores se dieron cuenta enseguida de que no se trataba de maquinaria, sino de un objeto con forma de bumerán con luces en cada extremo y una luz roja en el fondo. El aparato tampoco emitió sonido alguno. A comienzos de diciembre de 1993, los pasajeros de un auto que iba en dirección de Waynesburg, PA pudieron ver un bumerán de color blanco brillante cruzar el cielo nocturno casi frente a su vehículo. La presencia de los ovnis triangulares en nuestros cielos tampoco se circunscribió a los albores de la década: para mediados de los años '90, los triángulos se habían constituido en una verdadera plaga, no sólo en los EE.UU., sino también en Europa, particularmente en el Reino Unido: en marzo de 1995, un sinnúmero de testigos vieron cómo un enorme triángulo negro sobrevolaba la región de Derbyshire. Uno de los espectadores al singular evento manifestó que "el objeto no producía sonido alguno y a través de los prismáticos pudimos observar que el triángulo tenía luces verdes en cada esquina". Este avistamiento llevó muchos a pensar que los triángulos eran más militares que alienígenas, siendo productos de la ingeniería de vanguardia anglo estadounidense siendo aplicada en la instalación de la British Aerospace (BAe) en Warton, cerca de la ciudad de Manchester. Investigaciones realizadas por Nick Redfern e Irene Bott han sacado a la luz pública casos de ovnis triangulares en el Reino Unido que se remontan al 1952, cuando un número de testigos afirmó ver ovnis triangulares como parte de un ejercicio conjunto de la OTAN con el nombre de "Mainbrace". El 21 de mayo de 1996, a las 9:45 p.m., dos individuos caminando a lo largo de la playa en Gulf Breeze, Florida, población célebre por los avistamientos/raptos que tomaron lugar a fines de los años 80, alegadamente vieron dos OVNIS triangulares de gran tamaño volando lentamente sobre la bahía hacia el este. La noche siguiente, el 22 de mayo, ambos OVNIs volvieron a aparecer, esta vez al norte de la playa sobre un muelle de pesca. Los testigos – cuatro individuos que prefirieron el anonimato – indicaron que se trataba de "aparatos triangulares con pequeñas luces anaranjadas en una esquina, a unos 5.000 pies de altura". Los OVNIs aparecieron a las 10:10 p.m. y se desplazaron hacia la base aérea Eglin. Nuevamente volvemos a presenciar el vínculo que existe entre estos enigmáticos objetos y las bases de la fuerza aérea estadounidense. En la noche del sábado, 1ro de junio de 1996, dos estudiantes conduciendo a lo largo de la carretera estatal 99 en California tuvieron un encuentro sensacional. De acuerdo con Matt, el chofer, se encontraban cerca del poblado de Nicolaus, condado de Sutter, a 32 millas al norte de Sacramento y a 20 millas de la base aérea Beale, cuando de repente se fijaron en una configuración triangular de luces en el cielo. El triángulo tenía una potente luz roja en el centro que emitía pulsaciones irregulares. El OVNI triangular bajó del cielo a una altura de 500 pies (aprox.) y se movió horizontalmente a una posición justo al oeste de la carretera, permitiendo que los testigos pudiesen fijarse en los detalles. La estructura del objeto era oscura, y sus dimensiones eran "las de una casa". El objeto repentinamente disparó un potente haz de luz verde hacia la tierra, causando un torbellino de partículas resplandecientes. La desaparición del haz coincidió con la del vehículo. El ufólogo californiano Richard Boylan comentó que el avistamiento del 1ro de junio en California se trataba del más reciente de los avistamientos de vehículos "antigravitatorios" de forma triangular visto sobre el área metropolitana de Sacramento. Durante la noche del domingo 12 de mayo de 1996, un joven chofer que conducía su vehículo a lo largo de la carretera 76 (Pennsylvania Turnpike), pudo detectar un OVNI justo al norte de la autopista. "Logré ver un enorme triángulo de color negro. Permanecía inmóvil, y estaba dotado de luces brillantes en cada extremo". El testigo de este inusual suceso se dirigía de nuevo hacia su hogar luego de haber visitado la casa de su novia en Pittsburgh. El triángulo negro estaba posado sobre la cuenca del río Conodoguinet, dos millas al oeste de Carlisle, cerca de una base militar. A pesar de que se encontraba escuchando un cassette, el joven conductor dijo no haber percibido sonidos ni señales extrañas. Advierte, sin embargo, que pudo oír un ligero zumbido en su oído izquierdo. El OVNI permaneció a la vista por 3 minutos antes de desaparecer. El 1ro de abril de 1996, Rob McConnell de la página de presentación "The X Chronicles" en la Internet manifestó que su organización recibió un vídeo tomado por un camarógrafo amateur en Newberry, Ontario. El camarógrafo afirma haber hecho tomas del mismo objeto celeste durante los pasados seis meses – un objeto con la configuración de un triángulo volador. "Las luces son rojas, verdes y amarillas. En la punta del triángulo, pueden verse a veces luces que parecen faros delanteros, y en la parte trasera, luces que parecidas a las luces de cola de un automóvil", dice Rob McConnell, añadiendo: "el fotógrafo insiste que la nave puede cernerse y volar. Dice que cuando la nave se cene y queda estacionaria, aparece un resplandor anaranjado a su alrededor. Justo antes de abandonar dicha altura, el resplandor anaranjado desaparece y puede escucharse un ruido sordo como el de una turbina de reacción..."Otro ovni triangular fue avistado el 24 de enero de 1996 en Redding, California. Un enorme y silencioso vehículo de forma triangular fue avistado por David Thomsen, su esposa y varios vecinos. Thomsen aseveró que el objeto tendría 150 pies de ancho y 300 pies de eslora, desplazándose a unas 20 millas por hora. El casco de la nave tenía un surtido de luces de colores, y el sorprendido testigo dijo incluso haber escuchado el sonido de motores a reacción y el resplandor de pos quemadores. Informes de este tipo han hecho que muchos investigadores opinen que los triángulos son en realidad vehículos de carga más ligeros que el aire siendo utilizados por el ejército estadounidense. La misión de semejantes vehículos sería la de transportar grandes cargamentos a lugares inhóspitos o de acceso difícil. La confección de estos artefactos no exigiría el uso de tecnología exótica.El periodista Michael Lindemann entrevistó a un usuario de la Internet, Steve Wingate, quien alegadamente vio un triángulo colosal descargar equipo pesado en una región apartada del norte de California. Lindemann publicó la entrevista en CNI NEWS. Dijo Wingate: "Vi un ovni triangular en 1993 en el norte de California. Parecía un bumerán que se movía muy lentamente, porque estaba cubierto de luces ambarinas increíblemente brillantes, hasta que pasó directamente sobre mí. En ese momento, me di cuenta que se trataba de un triángulo equilátero con un motor de marcha tipo reacción – iónico en cada vértice. Radiaban una luz azulada". Aunque el motor reacción – iónico es pura especulación del testigo, recalcó que estos eran extremadamente silenciosos y muy grandes. "La nave era casi completamente silenciosa. Cuando comenzó a descender, las luces ambarinas se apagaron y se encendieron estrobos en las superficies superiores e inferiores del triángulo. Estos comenzaron a parpadear con gran brillantez, alternándose tres o cuatro veces por segundo. El objeto aterrizó detrás de una colina, descargó camiones pesados, tanques o equipo diesel (por el sonido que hacían) y despegó de nuevo. Regresó al lugar 45 minutos después, aparentemente para recuperar los vehículos, y se dirigió en la dirección general de la base Travis de la fuerza aérea". Otro investigador, Mark McCandlish, manifestó que el vehículo visto por Wingate guarda cierto parecido con prototipos militares cuya existencia se conoce. Los prototipos no guardan parecido alguno con los dirigibles tradicionales e integran configuraciones exóticas, diseñadas para movilizar cargas pesadas de manera silenciosa.
Casos recientes
El 4 de octubre de 1997, a eso de las 19:15 horas, Jim Hickman se percató de la presencia de un objeto inusual en el cielo sobre Elk City, Oklahoma (EE.UU.). Hickman señaló que al ver el objeto, salió de su hogar con unos prismáticos de 10'x50' y su cámara fotográfica. El aparato en cuestión era un triángulo volador centelleante con lo que parecía ser un agujero en su centro. La brillantez del ovni era comparable con la de una luna llena, lo que permitió que el testigo tomase varias fotos en película de 35 milímetros. Veinte minutos después, otro triángulo con las mismas señas se unió al primero, y ambos desaparecieron hacia el horizonte. Semanas más tarde, otro objeto triangular haría acto de presencia sobre el condado de Wicklow en Irlanda. El testigo anónimo de este encuentro salía de su hogar a las 8:30 p.m. cuando percibió un sonido zumbante directamente sobre él. Se trataba a de un enorme triángulo negro más oscuro que la noche, con tres luces blancas en cada esquina y una luz roja parpadeante de grandes dimensiones en el centro del fuselaje del aparato. El objeto comenzó a acelerar a la misma vez que la luz roja parpadeaba con mayor insistencia, alejándose de la zona. El 31 de octubre de 1997, la estación de radio WSB en Georgia (EE.UU.) informó que los frecuentes informes de avistamientos ovni en dicho estado estaban relacionados con aviones experimentales en forma de "U" siendo probados en el Fuerte Benning. Se sabe a ciencia cierta que para 1980 el ejército estaba trabajando con un aparato de pilotaje remoto (RPV) denominado "Aquila", que era un "ala voladora" con una hélice en la popa. Este anuncio radial coincidió con un artículo en la revista Popular Mechanics (Nov. 1997) titulado "Cazas sin Pilotos", que trataba sobre vehículos de combate no – tripulados (UCAV) siendo diseñados por las grandes compañías de aviación como Lockheed Martin, Boeing y Norhtrop. La apariencia general de dichos aparatos es la de triángulos voladores planos con grosor de 18 metros y envergadura de 60 metros. Sólo se sabe que dichos vehículos poseen excelentes calidades anti radar y que su costo es muchísimo más bajo que el de los interceptores convencionales. Para diciembre de 1997, la NASA informó que pensaba realizar conferencias sobre la antigravitación – a puertas cerradas – para centros de investigación de las grandes universidades, laboratorios con fines bélicos, contratistas militares y afines. Se comentó que el contenido de dichas charlas "revolucionaría la industria de la aviación". ¿Tendrá alguna relación con el enigmático método de propulsión de los triángulos voladores?
Resumen
Los ovnis triangulares, al igual que sus ancestros de forma discoidal, no parecen estar limitados por hora del día, geografía ni cualquier otra consideración. Han demostrado ser sumamente capaces de volar a baja altura sobre lugares densamente poblados (España, Francia) sin atraer la atención de los radares de tierra. También han demostrado disponer de una especie de "sentido" adicional: un componente psíquico que ha llevado a muchos testigos a pensar que los objetos son seres vivos. En un buen número de casos, se han percibido efectos físicos sobre los testigos que van desde jaquecas hasta síntomas parecidos a los de una gripe de corta duración. ¿Vehículos sólidos? ¿Proyecciones inter dimensionales capaces de asumir cualquier forma? El lector puede seleccionar por sí mismo – el tribunal aún no ha emitido su fallo.