Compañeros inseparables
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En las dos últimas décadas, estos ratones se transformaron en una herramienta fundamental para los científicos. En primer lugar, porque son mamíferos, de modo que se pueden establecer con ellos innumerables paralelismos fisiológicos, anatómicos y metabólicos.
Según escribe Allan Bradley, del Wellcome Trust Sanger Institute, de Cambridge, "a pesar de que las diferencias anatómicas entre los humanos y los ratones parecen notables (...), el análisis detallado de tejidos, órganos y células revela muchas similitudes, que se extienden a los sistemas de órganos, reproducción, comportamiento y enfermedades".
Desde este punto de vista, el ratón es un espejo que refleja con precisión la biología y patología de las personas, el desarrollo embrionario, el metabolismo de las enfermedades y el comportamiento del cáncer.
Por otro lado, la manipulación genética en el ratón vivo es moneda corriente y los investigadores están en condiciones de realizarla con extraordinaria precisión, algo que sería impensable en humanos. Las lesiones genéticas infligidas a los ratones permiten explorar en detalle diversas patologías.
"En un nivel muy fundamental, ahora tenemos una lista de partes del ratón. Algunas, las unidades de transcripción, son los elementos que mejor entendemos -afirma Mark Boguski, del Fred Hutchinson Cancer Research-. Hasta ahora habíamos estado disparando en la oscuridad."
Si el ratón siempre había sido un buen maestro de los científicos, cabe esperar que esta nueva enciclopedia permitirá seguir avanzando, pero a pasos agigantados.
http://www.lanacion.com.ar/02/12/05/sl_455950.asp
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CNN –EE.UU- 4/12/02
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