Capítulo II
ESPIRITISMO Y RELIGIÓN
Pregunta: A innumerables espiritualistas y religiosos les parece inapropiado y hasta impertinente, que los espiritas manifiesten que el Espiritismo es el Cristianismo reactivado. ¿Qué nos podéis decir?
Ramatís: Evidentemente, eso ha de ser posible cuando exista semejanza de acción entre ambos. El Cristianismo era una doctrina desprovista de pompas, complejidades, dogmas, ritos y al alcance de todas las criaturas, pescadores, campesinos, mujeres, niños, viejos, sacerdotes o doctores. Revelaba los atributos naturales del espíritu inmortal, estimulando al hombre hacia el culto de las virtudes superiores y balsamizaba los efectos del pecado.
El Cristianismo era un movimiento exceptuado de jerarquías, cuya fuerza y pureza doctrinaria no necesitaba de intérpretes especiales, pues impactaba directamente en el alma y en el corazón de los seres. Los hombres se reunían bajo la caricia del sol amigo, tocados por la hermosa brisa de Galilea, mientras escuchaban a Jesús que les hablaba con amor de las esperanzas del "reino de Dios" y del sublime placer de ayudar al prójimo. Todo era muy simple, sin preconceptos, sin exigencias filosóficas o consultas complejas. Cuando Jesús pregonaba, los bienes valiosos del mundo material eran superados por la indescriptible paz del espíritu y la serenidad que envolvía a sus discípulos y oyentes.
En consecuencia, el Espiritismo es una doctrina similar al Cristianismo porque también está exceptuado de las prácticas iniciáticas, dogmas, compromisos, rituales, ofrendas, símbolos, insignias y del sacerdocio organizado. El Cristo Jesús se manifestaba en cualquier parte y a cualquier hora, a la luz del día o de la noche, en ambientes cerrados o abiertos, en los campos o en las ciudades, inspirando a los hombres para realizar cosas útiles y sublimes.
Así como lo hacían los cristianos, los espiritas también deben cuidar de la realidad espiritual, promoviendo reuniones simples, sin atavíos, ceremonias o idolatrías.
Pregunta: Uno de los fundamentos principales del Espiritismo, es comprobar la inmortalidad del alma por medio de la mediumnidad, ¿no es verdad?
Ramatís: No es suficiente probar la inmortalidad del alma por la fenomenología mediúmnica, sino, que es necesario desenvolver en el espíritu humano las cualidades evangélicas, pregonadas por Jesús. Saben los espiritas, que es más provechoso y lógico ejercitar en las criaturas la paz, la ternura, la humildad y el amor que convierten hacia la angelitud, que sorprenderlas con los fenómenos transitorios sobre la inmortalidad.
Es mucho más importante para los espiritas trabajar intensamente para que el hombre ignoto transforme su moral y aprenda a liberarse de los instintos inferiores, que los libera definitivamente de la indeseable rueda de las encarnaciones expiatorias. Indudablemente, que es una gran tontería para el hombre, saber que existe un hermoso paraíso y que no haga nada para habitarlo. El fenómeno psíquico demuestra características de la revelación, pero no es un proceso fundamental para mejorar la evolución del alma.
El Espiritismo se asemeja con el Cristianismo, por la misma finalidad doctrinaria, de transformar al hombre animalizado, en ciudadano angélico. Los fenómenos espectaculares, aunque impresionen, no transforman los sentimientos malos en virtudes sublimes, ni las pasiones violentas en caricias del alma. Eso se consigue únicamente por medio de la transformación moral, en el santuario silencioso del ser.
Además, Jesús, el más elevado instructor de la tierra, prometió fenómenos a los hombres, después que alcanzaran la redención .espiritual. En verdad, el ser evangelizado también es un fenómeno. Por eso, el amado Maestro no hizo milagros derogando las leyes del mundo, puesto, que por encima de todo, El era un sublime instructor de almas. Jamás se prestó a la condición de prestidigitador promoviendo espectáculos para las multitudes supersticiosas.
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