Asma: un análisis de laboratorio detecta los ataques antes de que sucedan
Según la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad afecta a 150 millones de personas de todo el mundo. Un grupo de médicos ingleses proponen olvidar los síntomas y atacar las causas.
Según un estudio realizado por un grupo de científicos del Glenfield Hospital, de Leicester, Inglaterra, enfocar el tratamiento del asma en sus síntomas es un criterio que debería ser descartado para siempre. Los expertos sostienen que apuntar los cañones a la inflamación que provoca la enfermedad es una estrategia mucho más eficaz para combatirla. La búsqueda de alternativas deriva de que, muchas veces, los tratamientos convencionales que se aplican en la actualidad, casi todos basados en simples pruebas respiratorias para detectar síntomas, no consiguen evitar todos los ataques de asma. Sin embargo, gracias a los avances científicos, hoy se puede detectar un ataque de asma antes de que suceda. La novedad que trae el estudio, que fue publicado en la revista especializada en medicina “The Lancet” (www.thelancet.com), es que, al detectar la presencia de ciertas células y actuar en consecuencia, se pueden reducir los ataques y, por lo tanto, el número de hospitalizaciones.
El asma, que es una de las enfermedades crónicas más comunes del mundo, endurece e inflama las paredes de los conductos respiratorios pulmonares, provocando episodios de ahogo, pérdida de aliento, opresión torácica y accesos de tos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que afecta a 150 millones de personas de todo el mundo. Los expertos calculan que más de 17 millones de estadounidenses sufren de asma, lo que se traduce en casi 2 millones de hospitalizaciones y 5 mil muertes al año (www.aaaai.org/media/resources/media_kit/asthma_statistics.stm). Muchos de estos pacientes toman regularmente medicamentos para controlar los síntomas y prevenir los ataques. Pero, a pesar de la inestable “personalidad” de la enfermedad, las células microscópicas, técnicamente llamadas eosinófilis, que inflaman las vías respiratorias y provocan los síntomas del asma, pueden ser halladas en la flema varias semanas antes del ataque de asma.
“Este nuevo estudio señala que la terapia preventiva podría dar mejores resultados que el tipo de tratamiento general que se aplica actualmente”, dijo el doctor Martyn Partridge, asesor de la Campaña Nacional contra el Asma de Gran Bretaña (www.asthma.org.uk), uno de los países del mundo con mayor cantidad de asmáticos. Los científicos del Glenfield Hospital evaluaron a 74 de los pacientes con “asma moderada” que acudían regularmente a la guardia para recibir tratamiento. Arbitrariamente, los médicos seleccionaron un grupo y lo trataron con la estrategia tradicional; el resto fue sometido a la terapia preventiva de control de concentración de eosinófilis. Todos los pacientes fueron observados nueve veces durante un año. Los asmáticos tratados de acuerdo a los cambios de sus eosinófilis sufrieron 35 ataques de asma. Los que recibieron la terapia tradicional reportaron voluntariamente el triple de episodios: 109 ataques en el mismo período.
http://www.clarin.com/diario/hoy/t-484953.htm
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Diario: Clarín 5/12/02
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