La creciente criminalización



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DESCENSO AL MUNDO DE LA CIBERPEDERASTIA


PROCESO

EL HORROR DE LAS CACELES MEXICANAS




PROCESO EL HORROR EN LAS CARCELES MEXICANAS 2

La creciente criminalización 2

Rodrigo Vera 2

TORUTURAS ESTILO MILITAR 7



EL PUEBLO QUE VOTO EN BLANCO 21

La niña de Jesús Ortega Rosalía Vergara 23

GUERRA SUBTERRANEA POR LA FIBRAS OPTICAS 28

CIVERPEDREASTIA LOS CAZADORES 33

OEA EL PRIMER PASO INTERNACIONAL / CUBA 42

En la Habana, el desdén 46

Juan Balboa 46

EL DESLIN DE MÈXICO 1962 Carlos Tello Díaz * 47

¿ Votar? Yo, sí MARTA LAMAS 52

Votar no ¡no votar DIEGO VALADES* 53

Transparencia abortada JOHN M. ACKERMAN 56

La quimerica confianza Olga Pellicer 58

Chihuahua: División en el PPJAN MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA 60

SOBRE LA ANULACION DEL VOTO Y LA ABSTENCION De Víctor Adrián Trujillo 62

EL SIGLO DEL JAZZ SUPER MUESTRA EN PARIS 63

EL TEATRO MEXICANO VAPULEADO Columba Vértiz de la Fuente 67

Los plazos de Obama J. Jesús Esquivel 72

Vive México” ¿Reencuentro? Carlos Flores Marini 74

DEPORTESCuando Aguirre me salvó la vida Raúl Ochoa 75

DEPORTES COPA SANTANDER LIBERTADORES Beatriz Pereyra ¿Calidad futbolística? No, asunto de dinero 80

Mercadotecnia 81

Sobre la anulación del voto y la abstención De Víctor Adrián Trujillo Señor director: 84

ALEJANDRO RUELAS GRANADOS 86

Contra el “atropello policiaco y militar” cometido en Michoacán 86

Señor director: 86

Reclama eliminar de la UNAM el “inmundo” Auditorio Che Guevara Señor director: 88



PROCESO EL HORROR EN LAS CARCELES MEXICANAS



La creciente criminalización

Rodrigo Vera


La creciente criminalización de la pobreza ha provocado la explosiva sobrepoblación en los reclusorios del país, ya que un gran porcentaje de sus internos están arrestados por cometer delitos “famelicos como se denomina a los ocasionados por el hambre y la miseria.

Pese a las carencias económicas de esos internos, cuyas familias pagan las cuotas que se les cobran durante su cautiverio, los reclusorios se han convertido en un gran negocio para los gobiernos estatales, que los utilizan como sus cajas chicas. Pero también para los cárteles de la droga, que cada vez tienen mayor control sobre las cárceles.

De esta manera, en México impera un sistema penitenciario que no rehabilita a los reclusos, sino que los pervierte todavía más, provocando en ellos y en sus familias un resentimiento social... Además, genera un círculo vicioso que incrementa la vio lencia social.

A esta conclusión llegó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) después de realizar un detallado estudio en los reclusorios del país, y que dará a conocer en julio próximo.

Pedro Arellano Aguilar, encargado de Pastoral Penitenciaria de la CEM y quien coordinó la investigación a nivel nacional, dice a Proceso:

“El gobierno está implementando una política errónea en los reclusorios, pues parte del supuesto de que la inseguridad es el principal problema del país. Y su res puesta ha sido endurecer las penas con más carcelización. ¡Todo es cárcel! ¡Más y más cárcel!

“En los códigos penales, por ejemplo, se han endurecido las penas contra los llama dos delitos famélicos, que son los cometidos por los pobres. Son principalmente delitos contra el patrimonio. Si alguien se robó un teléfono celular o algún objeto de menos de 2 mil pesos, pues que se cuide, porque ahora el robo se persigue de oficio.”

—Si no es la inseguridad, ¿cuál es entonces el problema principal?

—Sobre todo es la miseria, el desempleo, la drogadicción, la violencia institucional y la impunidad de cuello blanco lo

que ocasiona la delincuencia. Desgracia damente, a este sistema capitalista le es torban los menesterosos, los indígenas, los niños de la calle y todos aquellos que no producen. Por eso resulta más fácil meter los en la cárcel. No combatimos las causas y después nos quejamos de los efectos.

“Pero lo más grave es que la cárcel no re genera a los reclusos, sino que los contamina y los pervierte todavía más. Un caso ilustrativo es el de El Mochaorejas, quien cayó en el Reclusorio Oriente por haberse robado unos tapones de auto. En la cárcel lo viola ron, lo extorsionaron, lo obligaban a hacerles sexo oral a los custodios. Todo esto le provocó un gran rencor social. Ahí se transformó en un secuestrador cruel y sanguinario.

“Se piensa que mientras haya más gen te en la cárcel disminuirá la criminalidad. No, es al revés: mientras haya más presos, más aumentará la delincuencia. Estamos ante un círculo vicioso al que no se le ve fin, y todo porque nuestras autoridades no han buscado alternativas para prevenir el delito. ¡Todo es cárcel, todo!”

Rencor social

El encargado de la Pastoral Penitenciaria, Pedro Arellano Aguilar, adelanta algunas estadísticas que incluirá en su informe:

De los 225 mil reclusos que hay en el país —concentrados en 488 prisiones— 28% son realmente “enfermos” con a1guna adicción que los orilló a delinquir. Explica Arellano Aguilar: “General mente, las familias no se dan cuenta de que algún hijo fuma marihuana o es alcohólico. Se enteran hasta que les hablan del Ministerio Público diciéndoles que su hijo está detenido porque se robó unas cervezas en una tienda de abarrotes. Ese muchacho lo único que tiene es una mala adicción, es un enfermo, y sin embargo se le juzga como delincuente. No es justo que se le meta a un reclusorio donde sí lo van a convertir en delincuente”.

Y agrega que, de acuerdo con la cita da investigación, 62% de los jóvenes que están presos por robo se llevaron objetos que valen menos de 2 mil pesos, por lo que pueden considerarse robos famélicos.

Señala el investigador que “esta carcelización lo único que genera es un gran rencor social, puesto que los presos, así hayan sido arrestados injustamente, quedan estigmatizados junto con sus familiares”.

Además, de los 225 mil reclusos, Are llano menciona a los alrededor de 100 mil preliberados, que ya no están en prisión pero que tienen que ir a firmar y también son discriminados.

“En total —dice— es una población de

unas 325 mil personas. Pero si a éstas les sumamos a su familia, pongamos seis fa miliares por cada una, ya estamos hablan do de 2 millones de mexicanos y mexicanas que, en este momento, están viviendo directamente la experiencia carcelaria, por que los familiares de los presos también vi ven atados a la cárcel. Imagínese el rencor social que se está creando en ellos, y todo porque nuestros genios tecnócratas se han dedicado a meter y meter a la cárcel a los pobres.”

—LEs correcta la afirmación que habla de la criminalización de la pobreza

— ¡Por supuesto! Como también lo es la frase que define a las cárceles como las universidades del crimen. E México, eso son realmente.

— cumplen entonces con su función

—Mire, se dice que la prisión tiene tres objetivos: aislar a la persona para que n siga delinquiendo, castigarla y luego resccializarla. Es algo así como un hospital donde se lleva a la persona para que se cure de su mal. Obviamente que esos objetivos son para dar risa.

“En México, por ejemplo, la gente que tiene dinero muchas veces vive mejor adentro que afuera de la prisión. Un miembro del crimen organizado, así sea multihomicida, puede salir de la cárcel si paga algunos millones de pesos por su preliberación. Pero quien se robó un bolso en la calle, pues ese que se pudra y se contamine en la prisión.”

Abogado y teólogo, Arellano Aguilar también es el actual director del Instituto de Penitenciaristas del Distrito Federal y lleva 25 años apoyando a reclusos. Señala que le llevó un año la investigación sobre las cárceles, para la cual contó con la ayuda de “las miles de personas” que trabajan en la Pastoral Penitenciaria de las diócesis y arquidiócesis del país.

Aclara que hicieron encuestas en 350 reclusorios, que concentran a más de 90% de la población penitenciaria del país. “En los reclusorios pequeños y de menor población no realizamos nuestra encuesta, que finalmente es una muestra representa tiva de las 488 prisiones mexicanas”.

Indica que les fue dificil determinar qué porcentaje de los reclusos está pagando de litos de narcotráfico, puesto que casi la mitad de los más de 50 mil presos por delitos federales aún no están sentenciados.

Eso sí, señala que la rebelión en las cárceles se ha disparado muchísimo:

“El año pasado hubo 18 motines a nivel nacional. En este 2009 ya llevamos 13 motines, pese a que todavía no llegamos a la mitad del año. En los reclusorios no se vive una realidad distinta a la de afuera. Al contrario, se condensa más dramáticamente esa realidad. Afuera hay droga, adentro también. Afuera hay violencia y atropellos a los derechos humanos, adentro se acentúan esos problemas.”

El monto del negocio

Entrevistado en las oficinas de la Comisión para la Pastoral Social, de la cual depende la Pastoral Penitenciaria, Arellano agrega:

“También se están dando más fugas y evasiones en las cárceles. Las primeras se dan de manera violenta. En cambio, los evadidos salen hasta saludando por la puerta, ya que muchas veces logran que se les altere su expediente por sentencias más cortas. Existen grupos de abogados que realizan impunemente este tipo de trabajo sucio.”

— coludidos con las autoridades penitenciarias?

—Sí, por supuesto. Los reclusorios son un gran negocio no sólo para las autoridad des penitenciarias, sino también para autoridades de más alto nivel. Para muchos gobiernos estatales, el reclusorio es la caja chica de donde se saca dinero para financiar campañas políticas y ambiciones personales.

“En el Distrito Federal, por ejemplo, el gobierno de Marcelo Ebrard repartió los reclusorios entre las distintas tribus del PRD. Cada tribu tiene su propio recluso- rio, de donde saca dinero para sus fines políticos. La tribu nombra al director y a las demás autoridades de su penal.”

— difícil calcular el monto del negocio carcelario?

JUSTICIA


—Muy difícil, ya que sólo seis prisiones son federales, las restantes 482 las manejan por su cuenta los gobiernos de los estados. Habría que investigar estado por estado. Nosotros no tenemos la capacidad para hacerlo, quizás alguna universidad o algún centro de investigación pudiera lograrlo.

Ejemplifica con el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, que le deja jugo sas ganancias al PRD por ser la cárcel más grande de América Latina: .

Como en la calle, pero peor

“De los 12 mil internos del Reclusorio Norte, 4 mil tienen teléfono celular. Cada uno pagó mil pesos por meterlo, aparte está pagando a las autoridades del penal una cuota de 500 pesos semanales por usarlo. De manera que las autoridades, tan sólo por uso de celulares, reciben un ingreso semanal de 2 millones de pesos.

“Aparte, cada interno debe pagar cinco pesos cada que le pasan lista, que es tres veces al día. De manera que el preso desembolsa por ese rubro 15 pesos diarios. Así, las autoridades ganan diariamente 180 mil pesos por el pase de lista.

“Los presos del Reclusorio Norte —a quienes apoyan económicamente sus fa miliares— deben además pagar por ir al baño, por tomar agua, por pasar alimentos, por recibir visita conyugal y por varias otras cosas. Sí, los reclusorios son para los gobiernos un negociazo redondo muy difícil de cuantificar.”

Hasta el momento ha sido la Asociación Nacional de Familiares y Amigos de Detenidos, encabezada por Pedro Cedillo, la que logró hacer un cálculo sobre el negocio carcelario en el Distrito Federal.

“Cada año, las autoridades del Distrito Federal sacan alrededor de mil 700 millones de pesos por esas cuotas que cobran en sus reclusorios. Pura corrupción, no puede llamársele de otro modo”, comenta Cedi lb a Proceso.

Y agrega que la venta de droga también se ha multiplicado en las prisiones:

“Un caso ilustrativo es la prisión femenil de Santa Martha Acatitla. Antes, ahí sólo había una vendedora de droga. Ahora, son siete vendedoras las que surten de droga a

las reclusas, en contubernio con las autoridades del penal”.

Fomento del crimen

José Patricio Patiño, a cargo del Sistema Penitenciario Nacional, dijo en una entre vista con el diario La Jornada, publicada el 24 de mayo pasado, que alrededor de 30 prisiones son consideradas “focos rojos”, sobre todo por el hacinamiento que altera el “orden interno”, por lo que es urgente “iniciar una despresurización”.

Mientras que Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, anunció el martes 2 que triplicará el número de prisiones federales a su cargo: a las seis que ya existen se sumarán 12 nuevas, que mandará construir con apoyo de la iniciativa privada y tendrán capacidad para 45 mil internos.

Por su parte, Marcelo Ebrard se quejó de que las cárceles de la Ciudad de México ya están atiborradas, y en ellas hay 6 mil reclusos que no deberían estar ahí por que son del fuero federal, por lo que ya no seguirá admitiéndolos. Ebrard también proyecta aumentar la capacidad de las prisiones capitalinas; creará 16 mil nuevos espacios para el año 2012.

Arellano Aguilar dice sobre esa política carcelaria:

“Al crearse más universidades, habrá más profesionistas. Y al crearse más cárceles, habrá más delincuentes. Eso es justamente lo que están haciendo García Luna y Ebrard; aumentando la delincuencia. A partir del gobierno foxista, la Secretaría de Seguridad Pública empezó a manejar las cárceles, lo cual es muy cuestionable, que su perfil es perseguir y encarcelar a ib, no cuidarlo ni readaptarlo. Ya esta viendo las consecuencias; en el penal al del Altiplano mataron a balazos a persona, un caso nunca antes visto.

“Y respecto al subsecretario Patr Patiño —quien viene del Cisen, que t poco tiene que ver con la readaptación cial—, lo mejor es que diga con claridad esos “focos rojos” son realmente auto biernos impuestos por los narcotraficar que corrompieron a las autoridades.

“Las mafias llegan y se apoderan de cárceles. Van hasta con el gobernador algún estado para decirle: ‘Queremos pongas a tal persona como director del nal’. También se valen de métodos más inteligentes; crean grupos de expertos nitenciaristas que dizque dan asesorí capacitación para las prisiones, y así co a poco van logrando controlarlas. Airiormente, los narcos querían ser política Hoy los políticos quieren ser narcos.”

— es entonces la solución al problema penitenciario?

— prevención, la prevención del d to! La cárcel no es natural. Dios nos hizo ra vivir en libertad, no en cautiverio. La 1 pía cristiana es de una sociedad sin cárce

Arellano Aguilar muestra al repo ro las propuestas de la Iglesia que —po menos con el fin de “humanizar” la sión— se incluirán en el informe:

La implantación de un servicio p tenciario de carrera; la creación de ju2 dos para adictos; “antidoping permanecí a funcionarios y custodios de los pena que los reclusos, vía Internet, puedan t “visitas virtuales” de sus familiares; cá electrónica para la prisión preventiva; cel para los agentes del Ministerio Púb que mientan en la consignación del det do; y que el juzgador que lleve el proc sea distinto al que dicte el auto de for prisión, entre otras propuestas.

Comenta Arellano: “Esta es la prira vez que el Episcopado hace un infome de esta naturaleza, con estadísticas, gicas y testimonios de los propios recli y de las autoridades penitenciarias.

culo que el informe será dado a con en julio próximo. Representó un gran fuerzo para nuestros catequistas y yo tarios que están trabajando en las prisiones mexicanas”.

— Pastoral Penitenciaria no se conforma con dar alivio espiritual a los reclusos

—La moderna pastoral no empieza termina entre los muros de los reclusorios Nada de solamente rezar, prender veladoras y darse golpecitos de pecho. La Iglesia tiene un compromiso social que incluye denuncia. En este caso, la denuncia del sistema penitenciario injusto y cruel.


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