La IED en la siderurgia se ha caracterizado por la búsqueda de mercados, lo que atrae a las
empresas hacia países con una importante base industrial y expectativas para la construcción de
infraestructuras, y la búsqueda de materias primas, sobre todo de mineral de hierro. La inversión en
minería por parte de las empresas siderúrgicas ha existido siempre (casi todas las empresas de esta 23
industria son propietarias de minas), pero el interés ha crecido en los últimos años tras el considerable
aumento de los precios de estos minerales. Este ha sido un factor importantísimo para atraer inversiones a
la región, sobre todo de empresas asiáticas.
Cuadro 1
AMÉRICA LATINA: TIPOS DE INTERNACIONALIZACIÓN EN LA INDUSTRIA SIDERÚRGICA
Intensidad de internacionalización
Baja Alta
Regional ThyssenKrupp (Alemania)
Nippon Steel (Japón)
POSCO (República de Corea)
Usiminas (Brasil)
Votorantim (Brasil)
Ternium (Argentina)
Birregional CSN (Brasil) Vallourec (Francia/Alemania)
Gerdau (Brasil)
ICH/Simec (México)
Dispersión geográfica
Global ArcelorMittal (Luxemburgo)
Tenaris (Argentina)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Asimismo, dado el monto de las inversiones requeridas para las plantas integradas muchas
grandes empresas solo poseen un pequeño número de ellas, por lo general en sus países de origen, y
limitan su IED a otras fases de la cadena productiva. Por esta razón, un buen número de las mayores
empresas del mundo tienen pocos activos en el extranjero y muchas otras centran sus inversiones en el
exterior en una sola región.
Una excepción notable es ArcelorMittal, la mayor productora de acero del mundo, con sede en
Luxemburgo. Esta es la única empresa siderúrgica verdaderamente global con presencia importante en
todas las regiones del mundo, incluida América Latina donde es líder. También es excepcional que opere
en los tres principales segmentos del mercado: laminados planos, laminados largos y tubos.
Los laminados planos se fabrican principalmente en plantas integradas que requieren grandes
inversiones y se usan sobre todo en la industria de medios de transporte y en la fabricación de maquinaria,
así como en ciertos tipos de infraestructura. En general, las empresas enfocadas en este segmento son de
mayor tamaño y están poco internacionalizadas. Este es el caso de Nippon Steel (Japón) y POSCO
(República de Corea), empresas siderúrgicas que ocupan el segundo y el cuarto lugar entre las más
importantes del mundo, respectivamente, pero que casi no producen acero fuera de sus países de origen.
Sus estrategias de IED se centran en el segmento de laminación, un proceso posterior al de fabricación del
acero que requiere menor inversión de capital y que suele realizarse mediante alianzas estratégicas con
socios locales. Como todas las empresas asiáticas, estas dos centran la expansión internacional en su
región de origen. La mayoría de sus inversiones en América Latina son en la minería de hierro.
Las empresas brasileñas CSN y Usiminas, también especializadas en laminados largos, han seguido
una estrategia parecida y han limitado sus inversiones extranjeras a la laminación y el procesamiento del
acero. La otra gran empresa translatina de este segmento, la argentina Ternium (del grupo Techint), se
destaca por la elevada internacionalización que consiguió mediante una activa estrategia de adquisiciones. 24
De todos modos, la ventaja del Brasil en materia de costos de producción de acero semielaborado
(planchones) puede estar cambiando este patrón de internacionalización. Recientemente, esta ventaja
llevó a la alemana ThyssenKrupp a invertir en una importante planta integrada en este país de la que
exportará productos semielaborados para ser procesados en otras plantas del grupo en Europa y los
Estados Unidos. Esta es la primera vez que la empresa producirá acero fuera de Alemania.
Los laminados largos se utilizan sobre todo en la construcción y se fabrican principalmente en
plantas de menor tamaño, lo que favorece la mayor dispersión geográfica de las empresas que se
especializan en este segmento. La más grande de estas empresas en la región es la brasileña Gerdau, con
presencia en muchos países de América Latina y en los Estados Unidos. La mexicana Industrias
CH/Simec produce la mayor parte de su acero en los Estados Unidos y se relaciona estrechamente con la
industria de autopartes, por lo que ha sido muy golpeada por la crisis. La tercera empresa de este
segmento, la brasileña Votorantim, tiene pocas inversiones fuera de su país de origen puesto que comenzó
su expansión internacional muy recientemente.
Por último, la argentina Tenaris (del Grupo Techint) y la franco-alemana Vallourec, ambas
fabricantes de tubos, tienen inversiones en muchos países. Dos factores contribuyen a su mayor
internacionalización: el menor tamaño de sus plantas y que su principal cliente sea la industria de
hidrocarburos. Las empresas de este segmento muestran una marcada tendencia a la integración vertical
hacia adelante.
A mediados de 2008, todas estas empresas estaban considerando importantes proyectos de
expansión. Ante la considerable disminución de la demanda a raíz de la crisis, la gran mayoría reaccionó
en forma defensiva, paralizó los proyectos no iniciados, redujo el ritmo de construcción de los que ya
estaban en marcha y frenó las transacciones patrimoniales. Solo continuaron las nuevas inversiones que
habían superado el punto de no retorno. Las empresas buscaron preservar sus activos líquidos y favorecer
los proyectos que optimizaban las estructuras existentes más que la construcción de nuevas plantas. De
todos modos, es destacable que en América Latina no se redujera la capacidad instalada.
Si bien los efectos de la crisis han sido profundos, la recuperación fue más rápida de lo que se
esperaba a comienzos de 2009 y en ella jugó un papel destacado la política pública de reactivación de la
demanda, que tuvo efectos anticíclicos en múltiples actividades, particularmente en la construcción y la
industria automotriz, con las consiguientes repercusiones en la demanda de productos siderúrgicos.
Mientras que la producción registró un marcado descenso en la segunda mitad de 2008, en 2009 se
constató una notable, aunque incompleta, recuperación. La producción en enero de 2010 en América
Latina era todavía un 12% inferior a la de dos años atrás y el resto de las regiones seguía una tendencia
similar, con la notable excepción de China. En este país la crisis fue más breve y de menor intensidad, de
modo que, aunque se interrumpió el fuerte ritmo de crecimiento de los años anteriores, la producción
continuó aumentando durante los dos últimos años (véase el gráfico 8).
Para que se puedan retomar los proyectos anunciados y postergados en América Latina es
necesario que haya una recuperación más vigorosa y sustentable de la demanda de acero, lo que, a su vez,
depende del ritmo y continuidad de la recuperación económica. Por este motivo, es razonable suponer que
algunos de estos proyectos no se concretarán. Posiblemente, este será el efecto más duradero de la crisis
económica mundial en la siderurgia latinoamericana. 25
Gráfico 8
PRODUCCIÓN MENSUAL DE ACERO BRUTO, 2008-2010
(Enero de 2008=100)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de información de la Asociación
Mundial del Acero (WSA).
Más allá de este retroceso coyuntural, la industria siderúrgica mundial continuará desplazándose
de los países desarrollados a las economías emergentes, estimulada por las perspectivas de crecimiento de
la demanda. Además, en América Latina pesará mucho la búsqueda de control de los recursos mineros.
Para no limitarse al papel de exportadoras de materias primas no procesadas, las economías de la región
deberán avanzar en el desarrollo de sus tejidos industriales e infraestructuras, que son el sustento del
mercado siderúrgico. Para complementar la abundancia de recursos naturales será necesario desarrollar
las capacidades internas en el sector de la siderurgia y en sus industrias asociadas.
En conclusión, en las tres áreas analizadas (panorama regional, industria automotriz y siderurgia)
se constató el impacto de la crisis, relativizado por el crecimiento económico previo, así como el papel de
la política pública en la mitigación de sus efectos más negativos. Las corrientes de IED hacia la región
mostraron marcados descensos, pero se mantuvieron en niveles altos en comparación con el pasado
reciente, y la CEPAL prevé que tendrán una sólida recuperación en 2010 (entre un 40% y un 50%). Dos
de las industrias más sensibles a la coyuntura, la automotriz y la siderúrgica, frenaron su ritmo de
expansión, pero no se destruyó capacidad productiva, aunque la recuperación fue muy diferente de un
país a otro. Una vez más, quedó claro el papel de las políticas públicas en la determinación de la dinámica
de corto plazo y en el afianzamiento de distintos patrones de especialización productiva y comercio
exterior. Las inversiones directas de América Latina en el exterior también se resintieron,
fundamentalmente por la desinversión neta del Brasil, pero el dinamismo mostrado por las empresas
translatinas lleva a prever su rápida expansión en 2010.
50
70
90
110
130
150
Ene 2008
Mar 2008
May 2008
Jul 2008
Sep 2008
Nov 2008
Ene 2009
Mar 2009
May 2009
Jul 2009
Sep 2009
Nov 2009
Ene 2010
China América Latina Mundo excepto China27
Capítulo I
PANORAMA REGIONAL DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA
A. INTRODUCCIÓN
En 2009, la inversión extranjera directa (IED) fue duramente golpeada por la crisis económica
internacional en todas las regiones del mundo. Según estimaciones preliminares, la IED global cayó por
segundo año consecutivo y llegó a 1,04 billones de dólares, lo que representa un retroceso del 39%
respecto del año anterior.
A diferencia de 2008, cuando la IED solo se contrajo en los países desarrollados, en 2009 la crisis
mundial afectó también las corrientes de inversión hacia las regiones en desarrollo y América Latina y el
Caribe no fue la excepción. La incertidumbre prevaleciente durante el año, la fluctuación de los precios de
los productos básicos, las dificultades de acceso al crédito y la desaceleración económica predominante
en la mayoría de las economías de la región y en sus principales mercados de exportación (sobre todo el
estadounidense) resultaron en una contracción de las corrientes de IED hacia América Latina y el Caribe,
que alcanzaron los 76.681 millones de dólares. Esta cifra implica una disminución del 42% respecto del
récord histórico registrado en 2008 (véase el gráfico I.1).
La IED en América del Sur cayó un 40% y llegó a 54.454 millones de dólares, siendo el Brasil,
Chile y Colombia los principales receptores. En México, la IED bajó por segundo año consecutivo y llegó
a 11.417 millones de dólares, lo que representa una caída del 51% con respecto a 2008 y coloca al país
por primera vez en la década como el tercer mayor receptor de la región después del Brasil y Chile. La
IED hacia Centroamérica se redujo un 33% y se situó en 5.026 millones de dólares, destacándose Costa
Rica, Guatemala y Panamá como los principales receptores. El Caribe también sufrió un descenso en sus
corrientes de IED, que cayeron un 42% a 5.783 millones de dólares. La República Dominicana fue el
principal receptor de la subregión, ya que captó el 37% de las corrientes que llegaron en 2009. Aunque los
países de Centroamérica y el Caribe reciben montos pequeños de IED en términos absolutos, son los que
más reciben en relación con el PIB.
Pese a la caída generalizada de la IED en toda la región en 2009, el monto alcanzado es el quinto
más alto de la historia. La IED ha presentado una tendencia ascendente a lo largo de las últimas dos
décadas y la dinámica posterior a la crisis tendería a mostrar que se estaría en proceso de recuperación.
Las principales características estructurales de la IED se mantienen y un análisis de las fusiones y
adquisiciones y de los anuncios de nuevas inversiones muestra que la mayor parte de estas actividades se
concentran en áreas de recursos naturales y de manufactura de tecnología baja y media-baja, y que existen
muy pocos proyectos relacionados con la búsqueda de activos que faciliten las actividades de
investigación y desarrollo. Esto presenta un área de oportunidad importante para la región si desea
apoyarse en la IED como mecanismo para transitar hacia actividades con mayor contenido tecnológico, lo
que implica, por otra parte, fortalecer las capacidades de absorción de los países. 28
Gráfico I.1
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: CORRIENTES DE INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA Y DE
INVERSIÓN DIRECTA EN EL EXTERIOR, 1992-2009
a b
(En miles de millones de dólares)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), estimaciones sobre la base de cifras oficiales al 28 de
abril de 2010.
a
Las cifras de IED corresponden a las entradas de inversión extranjera directa, descontadas de las desinversiones
(repatriaciones de capital) realizadas por los inversionistas extranjeros. Las cifras de inversión directa en el exterior
corresponden a las inversiones realizadas en el extranjero por residentes, descontadas las desinversiones realizadas en el
exterior por estos mismos inversionistas. En las cifras de IED no se consideran las corrientes recibidas por los principales
centros financieros del Caribe. En las cifras de inversión extranjera directa en el exterior no se consideraron las corrientes con
origen en estos centros financieros.
b
Estos datos difieren de los del Estudio económico de América Latina y el Caribe y del Balance preliminar de las economías de
América Latina y el Caribe, publicados en julio y diciembre de 2009, respectivamente, por cuanto en estos se presenta el saldo neto
de la inversión extranjera, es decir, la inversión directa en la economía declarante (IED) menos la inversión directa en el exterior.
Las corrientes de IED de los países de la región hacia el exterior llegaron a 11.387 millones de
dólares, lo que representa una disminución del 69% con respecto a 2008. Esta caída es fundamentalmente
atribuible al Brasil que, después de haber sido el principal inversionista en 2008, alcanzó un saldo neto de
-10.000 millones de dólares en 2009. Por otro lado, Colombia y México registran aumentos en sus
inversiones directas en el exterior.
En la sección B de este capítulo se presenta un panorama de la IED a nivel mundial. La sección C
está dividida en cuatro partes: en la primera se analiza el comportamiento de la IED en América Latina y
el Caribe sobre la base de las estadísticas de las balanzas de pagos y se identifica su origen y destino
sectorial; en la segunda parte se identifican las empresas transnacionales que, a pesar de la crisis
económica y financiera, pudieron seguir expandiéndose en los sectores de recursos naturales, manufactura
y servicios; en la tercera se revisa la intensidad tecnológica de las inversiones de las empresas
transnacionales en el sector de manufactura de la región en el período 2003-2009, y en la cuarta parte se
Ingresos netos de inversión extranjera directa (IED)
Egresos netos de inversión directa en el exterior (IDEX)
0
20
40
60
80
100
120
140
1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 200929
identifican los proyectos de IED en áreas de investigación y desarrollo en América Latina y el Caribe en
el período 2003-2009. En la sección D se examina el desempeño de los países de la región como
inversionistas en el exterior y en la sección E se ofrecen las consideraciones finales. El presente análisis
está basado en estadísticas oficiales de las balanzas de pagos, en bases de datos de anuncios de inversión
extranjera directa y fusiones y adquisiciones, y en información corporativa.
B. PANORAMA MUNDIAL DE LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA
La IED a nivel mundial cayó por segundo año consecutivo como resultado de la crisis económica global
(véase el gráfico I.2). De acuerdo con algunas estimaciones preliminares, las corrientes globales de IED en
2009 llegaron a 1,04 billones de dólares, lo que representa un descenso del 39% con respecto al año anterior.
Gráfico I.2
CORRIENTES DE INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA MUNDIAL Y POR
GRUPOS DE ECONOMÍAS, 1990-2009
(En miles de millones de dólares)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales; Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), World Investment Report, 2009. Transnational
Corporations, Agricultural Production and Development, Ginebra, 2009. Publicación de las Naciones Unidas, Nº de
venta: E.09.II.D.15; y proyecciones de la CEPAL para el año 2009.
A diferencia de lo ocurrido en 2008, cuando las corrientes de IED cayeron solo en los países
desarrollados, en 2009 esta inversión también sufrió descensos en las economías en desarrollo y
transición (-35% y -39%, respectivamente). Esto es resultado de la gradual expansión de la crisis
económica de las economías desarrolladas hacia el resto del mundo, lo que deterioró las condiciones
-
200
400
600
800
1 000
1 200
1 400
1 600
1 800
2 000
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Economías en desarrollo Sudeste europeo y economías en transición Economías desarrolladas30
económicas a nivel global y, por ende, los incentivos y la capacidad de los inversionistas. Las tasas de
crecimiento negativas en los países desarrollados y la marcada desaceleración de las economías en
desarrollo (véase el cuadro I.1), así como el aumento en la percepción del riesgo y la reducción del acceso
a recursos financieros (internos y externos) para solventar la inversión, fueron las principales causas de
esta contracción generalizada de la IED (CEPAL, 2009b; UNCTAD, 2009).
Cuadro I.1
CRECIMIENTO DEL PIB Y PERSPECTIVAS EN EL MUNDO Y POR TIPO DE PAÍSES, 2007-2011
(En porcentajes)
2007 2008 2009 2010 2011
Fondo Monetario Internacional
Mundo 5,2 3,0 -0,8 4,2 4,3
Economías avanzadas 2,7 0,5 -3,2 2,3 2,4
Economías emergentes y en desarrollo 8,3 6,1 2,1 6,3 6,5
Banco Mundial
Mundo 3,9 1,7 -2,2 2,7 3,2
Países de altos ingresos 2,6 0,4 -3,3 1,8 2,3
Países en desarrollo 8,1 5,6 1,2 5,2 5,8
Naciones Unidas
Mundo 3,9 1,9 -2,2 2,4 -
Economías desarrolladas 2,6 0,5 -3,5 1,3 -
Economías en desarrollo 7,6 5,4 1,9 5,3 -
Economías en transición 8,4 5,5 -6,5 1,6 -
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Fondo Monetario Internacional
(FMI), World Economic Outlook. Rebalancing Growth, Washington, D.C., abril de 2010; Naciones Unidas, World
Economic Situation and Prospects, 2010, Nueva York, enero de 2010. Publicación de las Naciones Unidas, N° de
venta: E.10.II.C.2; Banco Mundial, Global Economic Prospects, 2010. Crisis, Finance, and Growth, Washington,
D.C., enero de 2010.
La crisis económica golpeó con más fuerza en su epicentro: los países desarrollados. En 2009, la
IED en estas economías cayó un 41% con respecto a 2008 y un 58% con respecto a 2007. En el caso de
las economías en desarrollo y transición, después de haber alcanzado su máximo histórico en 2008, la
IED se redujo un 35% y un 39%, respectivamente, en 2009. Como resultado, la participación de los países
desarrollados en las corrientes globales de IED ha descendido del 69% en 2007 al 57% en 2008 y al 54%
en 2009. En contraste, la participación de los países en desarrollo y transición ha aumentado de manera
significativa, del 32% en 2007 al 44% en 2008 y al 46% en 2009 (véase el cuadro I.2). Es probable que
esta tendencia continúe durante 2010 en la medida en que las perspectivas de recuperación económica
sean más altas en los países emergentes que en los países desarrollados. En 2009, los principales
receptores de IED entre los países desarrollados fueron los Estados Unidos, Francia, los Países Bajos,
Alemania y Bélgica, mientras que entre los países en desarrollo se destacaron China, Hong Kong (Región
Administrativa Especial de China), la Federación de Rusia, la India y el Brasil. 31
Cuadro I.2
CORRIENTES, TASAS DE CRECIMIENTO Y PARTICIPACIÓN DE LAS ENTRADAS NETAS
DE INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA EN EL MUNDO, POR GRUPOS
DE PAÍSES RECEPTORES, 2007-2009
Corrientes de inversión
extranjera directa
(en miles de millones de dólares)
Tasa de
crecimiento anual
(en porcentajes)
Participación
(en porcentajes del total)
2007 2008 2009
a
2008 2009
a
2007 2008 2009
a
Mundo 1 979 1 697 1 040 -14 -39 100 100 100
Economías desarrolladas 1 359 962 566 -29 -41 69 57 54
Economías en desarrollo 529 621 406 17 -35 27 37 39
América Latina y el Caribe
b
127 144 86 13 -41 6 9 8
África 69 88 56 27 -36 3 5 5
Asia y Oceanía en desarrollo 333 389 264 17 -32 17 23 25
Europa sudoriental y Comunidad
de Estados Independientes
91 114 69 26 -39 5 7 7
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de cifras oficiales; Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), World Investment Report, 2009. Transnational
Corporations, Agricultural Production and Development, Ginebra, 2009. Publicación de las Naciones Unidas, Nº de
venta: E.09.II.D.15.
a
Cifras preliminares.
b
Incluye centros financieros.
Si se toman en cuenta las corrientes de IED como proporción del PIB, los países en desarrollo y
transición son los que registran indicadores más altos, lo que muestra la importancia relativa que estos
flujos de capital tienen en estas economías (véase el gráfico I.3)
1
De hecho, de las corrientes de capital .
que han recibido los países en desarrollo y transición en las últimas dos décadas, la IED ha mostrado ser
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