2.1. La biografía personal en el centro de las unidades ABC
La biografía está compuesta por 5 dimensiones complementarias,
percibir, pensar, sentir, actuar y biología y. a través de su membrana
permeable, establece relaciones recíprocas con los antecedentes y las con-
288 MIGUEL COSTA CABANILLAS
secuencias del contexto. En su complejidad, estas dimensiones de la bio-
grafía pueden actuar, según los casos, como recursos y oportunidades o
como barreras u obstáculos, como factores de protección o como factores de
riesgo, como factores de fortaleza o resistencia o como factores de vulne-
rabilidad.
2.2. Los contextos o escenarios en los que vive la biografía personal
Son los ámbitos o situaciones (familiares, escolares, laborales, del vecin-
dario, de ocio y de tiempo libre, del grupo de amistades, de las organiza-
ciones sociales, de las organizaciones de servicios, etc.) que acotan y orga-
nizan el universo del entorno y en los que tienen lugar los comportamientos
y las experiencias vitales. Cada contexto aporta a las unidades ABC dos
dimensiones o polos activos, los antecedentes o activadores y las conse-
cuencias o resultados, así como otras circunstancias que adquieren carac-
terísticas especiales en relación con los comportamientos y estilos de vida:
Recursos y oportunidades, factores de protección, de apoyo y de recupera-
ción, factores de riesgo y fuentes de estrés, barreras u obstáculos.
El mecanismo de producción de los comportamientos y estilos de vida
reside en las unidades funcionales ABC de las que forman parte los An-
tecedentes y las Consecuencias, que pertenecen al contexto, y la Biografía.
2.2.1. Los antecedentes que activan la biografía
Hacen función de antecedentes multitud de acontecimientos, objetos,
estímulos, personas, mensajes y consejos de salud, modelos de conducta.
EL «EMPOWERMENT» COMO ESTRATEGIA... 289
instrucciones y recomendaciones, fuentes de estrés que anteceden a cada
comportamiento y que actúan como señales que, con más o menos fuerza,
lo activan o desactivan.
Las consecuencias son la huella de las acciones de la biografía
Hacen función de consecuencias multitud de circunstancias que actúan
como consecuencia o resultado, o como huella, de las acciones de la
biografía y de su capacidad para influir en el contexto y transformarlo. Son
los logros, las recompensas y beneficios que obtenemos por una acción u
omisión, el reconocimiento social por un esfuerzo y los castigos o los fra-
casos por un error o por una acción perseguida con empeño.
2.2.3. Somos «habitantes de la frontera». Dos zonas fronterizas
de contacto entre biografía y contexto
En el seno de las unidades ABC. existen dos zonas fronterizas en las
que se establecen los estrechos lazos que integran la biografía y el contex-
to y en las que de manera incesante tienen lugar las transacciones funcio-
nales y de influencia recíproca que crean los comportamientos y estilos de
vida y las experiencias vitales y en las que ABC nos adentra con su pers-
pectiva transaccional.
Es en la profundidad de esas dos zonas fronterizas, que nos convierten
en «habitantes de la frontera» (Eugenio Trías), donde las membranas de la
biografía se hacen permeables al poder activador de los Antecedentes y las
Consecuencias del contexto, y donde el contexto se hace permeable al
poder de las acciones de la biografía.
290 MIGUEL COSTA CABANILLAS
2.2.4. El curso del tiempo por el que discurre la vida y la biografía
En el transcurso del tiempo, la historia biográfica personal se va ha-
ciendo en cada unidad ABC y con el encadenamiento de incontables uni-
dades ABC.
Pero ABC no es sólo una arquitectura descriptiva, sino que además se
despliega en una triple perspectiva sobre los comportamientos y experien-
cias de la vida de las personas que nos piden ayuda: perspectiva biográfica,
perspectiva contextual y transaccional, perspectiva histórica. Esta triple
perspectiva nos muestra a los componentes estructurales de ABC realizan-
do funciones en un movimiento perpetuo y nos permite asistir a los proce-
sos en los que se crean los comportamientos y experiencias vitales, com-
prenderlos, analizarlos, explicarlos y predecirlos, otorgándonos además la
capacidad para influir en ellos y para cambiarlos:
La cadena de episodios ABC se despliega y se organiza o se desorganiza
en el tiempo. El curso del tiempo es un contexto tan importante y tan
presente como el contexto físico o sociocultural.
2.3. La vulnerabilidad biológica y su efecto en el resto de dimensiones
de la biografía personal
Las personas mayores, debido al proceso de envejecimiento, experimen-
tan cambios en su dimensión biológica y, como consecuencia, en su biogra-
fía, en el resto de dimensiones. Todas las dimensiones están conectadas
entre sí y se establecen interacciones funcionales. Veamos por ejemplo las
implicaciones funcionales que tienen algunos cambios biológicos.
EL «EMPOWERMENT» COMO ESTRATEGIA... 291
2.3. Declive conductual en personas mayores según el Modelo ABC
El declive conductual de las personas mayores viene condicionado por
la vulnerabilidad biológica descrita anteriormente y sus efectos en el resto
de las dimensiones de la biografía.
¿Y el contexto social? ¿Qué papel juega el entorno social en este decli-
ve? ¿Cómo afecta las reacciones y comportamientos de los cuidadores y
familiares del entorno próximo? ¿Cuál es el papel de los antecedentes
y consecuencias? Veamos.
¿Disminuyen o están presentes determinados antecedentes para realizar
o inhibir determinadas actividades con el paso de los años?
¿Cómo son las consecuencias positivas ante conductas apropiadas o
adaptativas?
¿Existen consecuencias negativas o castigos y reprimendas ante conduc-
tas apropiadas o adaptativas?
3. ¿CUÁLES SON LOS FACTORES QUE POTENCIAN LA VIDA
DE LA GENTE MAYOR Y RETRASAN INCLUSO LOS
PROCESOS DE DECLIVE?
El sobreenvejecimiento y el declive conductual están en estrecha rela-
ción con los factores que hacen difícil que las personas mayores cuiden de
sí mismos y se responsabilicen de su cuidado (Verdugo y Gutiérrez-Berme-
jo, 1999). Por otra parte, diferentes hallazgos de investigaciones realizadas
con personas de diferentes edades (Murphy y Moriarty, 1976; Rutter, 1979;
292 MIGUEL COSTA CABANILLAS
Werner, 1989; Izal y Montorio, 1999) nos ayudan a enfocar el teleobjetivo
de este nuevo modelo al orientarlo hacia aquellas condiciones que nos ex-
plican por qué hay personas que viviendo en condiciones de alto riesgo no
sucumben ante la adversidad y resisten, y por qué hay personas que aún
siendo vulnerables biológicamente por su edad, se mantienen autónomas y
retardan los procesos de envejecimiento y demencia. La adaptación que
hemos hecho del modelo de prevención primaria de Albee (1980) muestra
la relación transaccional que existe entre riesgos (numerador) y los factores
de resistencia (denominador) puestos de manifiesto en dichas investigacio-
nes. En las transacciones que las personas entablan con el entorno, su de-
sarrollo y bienestar se ve determinado por la presencia desigual de los
factores de riesgo y de los factores de protección y por sus efectos combi-
nados. Los resultados probables serán una resultante de las transacciones
que se establecen entre los riesgos (numerador) y los factores de resistencia
o de protección (denominador). En la medida en que los factores de riesgo
y eventos estresantes tiendan a reducirse o, al menos, se mantengan en
niveles suficientes como para ser afrontados con éxito por medio de los
recursos o factores de protección, y estos, a su vez, tiendan a crecer, los
resultados probables serán adaptativos. Por el contrario, los resultados de-
sadaptativos ocurrirán como consecuencia de una relación inversa. La con-
clusión de esta argumentación es que la potenciación del desarrollo y bien-
estar se verá favorecido en la medida en que se promuevan los factores de
resistencia y protección.
A la luz de este modelo de Prevención Primaria y el Modelo ABC,
podemos configurar las características relevantes del enfoque de Poten-
ciación.
1. Facilitar que tengan Una parte importante de la reorientación que
control de sus vidas comporta el enfoque de potenciación implica
cambiar la naturaleza y alcance de los objeti-
vos, desde los objetivos meramente asistencia-
les y reparadores hasta aquellos que permiten
EL «EMPOWERMENT» COMO ESTRATEGIA... 293
a los mayores y sus familiares un mayor con-
trol de su entorno y de sus vidas. El enfo-
que de la potenciación («empowerment») pre-
tende que la gente que recibe ayuda logre sen-
tirse con capacidad de decidir la configuración
de su vida: dónde vivir, con quién vivir y cómo
vivir.
2. Cambiar de óptica, Desde la mirada obsesiva de las patologías y dé-
de modo de mirar, de ficits que se delega en los expertos y profesio-
enfoque nales —son éstos quienes tienen la facultad y
el poder de mirar y diagnosticar— a la mirada
de los recursos, potencialidades y resistencias.
Las personas mayores y sus familiares son
agentes activos para desarrollar estas potencia-
lidades.
3. Subrayar los logros Una característica relevante del cambio de ópti-
ca, es subrayar los logros más que las deficien-
cias, errores y fracasos. Es verdad que se
aprende de los errores, pero es más cierto que
se aprende de los aciertos.
-
Promover la autoob- Cuando se enfatiza la autoobservación de los lo-
servación de los gros en lugar de las deficiencias se alienta la
logros y esperanza y la biografía se hace más vulnera-
competencias ble a los cambios que se proponen.
-
La diana de la El ajuste de la gente depende de la disponibili-
intervención son los dad, acceso o competencia de los recursos,
recursos sean estos personales, familiares o sociales.
Ello puede implicar acciones de formación y
entrenamiento y rediseño de los ambientes para
eliminar barreras.
6. Desarrollar la Lo más importante para la gente es la gente. En
competencia social el contexto de escenarios interpersonales es
donde «se fabrican» los principales riesgos
para la vida y el bienestar, de ahí que resulte
un blanco preferente de la intervención capa-
citar a ía gente mayor para que afronte sus
dificultades interpersonales y sepa establecer
redes sociales. El aislamiento social, por ejem-
plo, es un factor de riesgo que puede precipitar
los procesos de demencia en la gente mayor.
294 MIGUEL COSTA CABANILLAS
7. Facilitar apoyos Los apoyos sociales es un factor de resistencia y
sociales formales e promueve la potenciación En el apoyo convie-
informales ne considerar:
Apoyo emocional: disponibilidad de una persona
que escucha y expresa consideración personal,
con la que se pueden discutir los problemas sin
que culpe o juzgue, con la que se pueden com-
partir sentimientos y a la que se le pueden re-
velar preocupaciones y hacer confidencias.
Apoyo informativo: información, consejo, orien-
taciones.
Apoyo instrumental: ayuda material, bienes, ser-
vicios.
La ayuda o el apoyo instrumental o informativo
debería ofrecerse con mensajes «yo», de una
manera no controladora, no impositiva («debe-
ría»), no condescendiente o de una manera que
deje quedar en mal lugar a los miembros de la
familia o desconsidere su experiencia y sus
opiniones.
Los beneficios del apoyo: disminuye el riesgo de
enfermedad física, activa los procesos de recu-
peración;
Amortigua los efectos del estrés y de las expe-
riencias traumáticas. El apoyo familiar reduce
EL «EMPOWERMENT» COMO ESTRATEGIA... 295
la probabilidad de problemas de conducta en
los hijos.
Incentiva el afrontamiento efectivo de los proble-
mas y de la adversidad favorece el cumplimien-
to de las indicaciones terapéuticas promueve el
autocontrol y la autoayuda
El apoyo de los servicios profesionales con mayor
validez ecológica es el que distribuye a través
de la ayuda a domicilio.
8. Promover la actividad La radical capacidad de obrar es la esencia de la
biografía y del bienestar. Estamos sanos por lo
que hacemos no por lo que conocemos. Un ob-
jetivo importante es lograr que las personas
objeto del cuidado estén activas.
La vida de las personas no la define el pensamien-
to, la definen las experiencias de acción directa
y el largo complejo proceso de aprendizaje que
han hecho desde la infancia ha consistido en
buena medida en aprender a hacer y en
aprender haciendo.
Llegamos a ser capaces de pensar porque somos
capaces de actuar. Las esferas perceptiva, cog-
nitiva, biológica y también emocional de la
biografía son dimensiones esencialmente acti-
vas, porque requieren de la acción para existir
y se manifiestan y se desarrollan en la acción.
Son los pasos en la acción los que permiten recu-
perar la confianza después de los retrocesos o
de los fracasos en los procesos de aprendizaje
y de cambio.
Los significados más decisivos para su vida se
fraguan en las transacciones funcionales en las
que sus obras cumplen funciones.
Las situaciones, las tareas, las cosas y las perso-
nas que son más significativas para ellos son
aquellas en las que y con las que han puesto a
prueba sus talentos para la acción, su capaci-
dad para obtener frutos de la acción.
Cuando dicen haber tenido o estar teniendo una
experiencia vital, que tiene para ellos un alto
significado, están aludiendo a algo que han
hecho o que están haciendo, a un acercamien-
to, a una decisión que han tomado, a una rela-
ción en la que han invertido acción y ener-
gía, al afrontamiento eficaz de una situación
adversa.
296 MIGUEL COSTA CABANILLAS
9. Promover secuencias El sustento fundamental de la competencia y de
de acción-resultados las condiciones de «invulnerabilidad» de los
mayores está en la acción y en los resultados
que sus acciones tienen.
De las consecuencias y resultados depende la mayor o menor probabi-
lidad de que las personas realicen o no un comportamiento y tomen una
decisión y la frecuencia con que lo realicen.
A la vez, que las consecuencias son una huella de la acción, ellas recípro-
camente también dejan huella en todas las dimensiones de la biografía,
fortaleciéndolas, debilitándolas, o extinguiéndolas.
El mismo concepto de competencia está inspirado por el trabajo de
Robert White (1959) y tras la observación cuidadosa de los intentos de los
niños por dominar su mundo. Los niños están interesados en toda clase de
posibilidades y en lo que ellos pueden hacer con esas posibilidades, explo-
ran de modo activo y persistente, experimentan y obtienen resultados que
les anima a continuar en sus esfuerzos y trabajo. Y es esta secuencia de
«acción-resultados» precisamente la que va impregnando el comportamien-
to y la biografía de las personas. En los adultos y en las personas mayores,
esta secuencia es la fuente de potenciación. Es, por otra parte (ver figura 7),
una secuencia que permite «fabricar» la autoestima. Cuando percibimos
repetidamente (dimensión «percibir») que nuestras acciones obtienen resul-
tados positivos se activan las dimensiones «pensar» (pensamientos, creen-
cias, conocimientos) y «sentir» (sentimientos y emociones) generándose de
esta manera juicios y emociones positivas acerca de sí mismo. En efecto, la
seguridad y confianza en uno mismo se va aprendiendo y acumulando tras
experimentar competencia a lo largo del tiempo («hago algo y obtengo
resultados», «soy capaz»). Todo ello, junto con la percepción y control
estimado de los resultados, de que podemos tener impacto en nuestro entor-
no, de que éste es manejable y de que podemos hacer que ocurran cosas que
uno desea o necesita a través de nuestras acciones. Este proceso es uno de
los incentivos más poderosos para el desarrollo del sentimiento de eficacia
EL «EMPOWERMENT» COMO ESTRATEGIA... 297
y autoestima y para el desarrollo de la capacitación. Por el contrario, cuan-
do lo que se percibe es que. a pesar de nuestros esfuerzos, no se obtienen
reiteradamente resultados se están sentando las bases de la indefensión o
desamparo lo que desanima a persistir en nuevos intentos.
El control estimado sobre las consecuencias y los resultados tiene su
caldo de cultivo en las experiencias biográficas en las cuales comprobamos
que tenemos control de lo que ocurre y que lo podemos predecir, es decir.
percibimos que haciendo determinadas cosas obtenemos determinados resul-
tados. Es sobre estas experiencias de control sobre las que se aprende y se
construye la esperanza, la motivación y la competencia para el comporta-
miento pro-positivo, intencional, de búsqueda de objetivos y de metas salu-
dables. De ahí que hayamos puesto como la primera característica de este
enfoque el que las personas tengan control de sus vidas.
Pero, las situaciones vitales en las cuales no existen estas experiencias
de control o en las que comprobamos que estamos expuestos a castigos y
experiencias dolorosas que no podemos hacer nada por controlar, inte-
rrumpir o evitar y en las cuales nos faltan claves para poder predecir
cuándo van a aparecer o cuando van a cesar los estímulos aversivos, pue-
den determinar nuestra inactividad y desaliento ante nuevos desafíos y di-
ficultades parecidas. Podemos en esos casos aprender la indefensión y la
298 MIGUEL COSTA SABANILLAS
desesperanza, lo que Seligman denomina indefensión o desesperanza
aprendida.
Los procesos de ayuda deben planificarse de tal modo que hagan posible
y faciliten el que las personas mayores obtengan resultados y que el entorno
les resulte predecible. Una manera de que el entorno resulte predecible es
organizando el ambiente y rediseñando las condiciones antecedentes.
Los acontecimientos y señales del contexto adquieren su función activa-
dora porque están vinculadas a la acción-consecuencias y ocurren con cierta
regularidad en nuestra vida. En virtud de esta regularidad adquieren una
función señalizadora y discriminative y acaban convirtiéndose en señales,
indicadores, o indicios que afectan a las dimensiones de nuestro comporta-
miento de una manera diferente.
-
Por su regularidad, nos permiten discriminar y calibrar lo que ocurre
y lo que puede ocurrir.
-
Contando con esos indicadores, podemos aprender a predecir y anti-
cipar, con exactitud y probabilidad variables, otros acontecimientos
futuros.
EL «EMPOWERMENT» COMO ESTRATEGIA... 299
• Podemos aprender también a predecir y anticipar las consecuencias y
los resultados que van a tener nuestras acciones, aún cuando las se-
ñales no son siempre inequívocas, pues pueden anticipar resultados
diferentes.
El rediseño de las condiciones antecedentes está en estrecha relación con
el concepto de ambiente protésicos.
10. Promover Los ambientes protésicos (dimensión «antece-
ambientes o dentés» del Modelo ABC) es una estrategia
entornos protésicos orientada a facilitar ese entorno predecible y
manejable. Ambientes organizados y predeci-
bles con señales discriminativas que faciliten
la orientación espacio-temporal y el ajuste
personal a pesar de las deficiencias neurosen-
soriales contribuye a mantener el control de
las personas mayores sobre sus ambientes y
actividades. En este sentido, algunas orienta-
ciones para el cuidado serían: Evitar cambios
bruscos en el ambiente. Mantener rutinas
siempre que se pueda. Cuando los cambios
resulten absolutamente necesario anticípelos y
prepare a la persona mayor para el cambio.
Acondicione la vivienda de manera que el
entorno resulte cómodo, seguro, predecible y
manejable sensorialmente. Organizar las seña-
les de manera que estén integradas en la vida
habitual y regularlas de manera que hagan pre-
decibles los sucesos y su terminación y acti-
ven el control personal.
11. Promover No basta solo promover contextos facilitadores
secuencias acción- de la acción-resultados. Se requiere además
resultados pero con que tanto las acciones como los resultados
significación estén impregnados de sentido o significación
emocional emocional. Y una manera de facilitar este
matiz adicional es incorporando a las personas
en tomar decisiones en relación a lo que han
de hacer y los resultados que esperan obtener.
300 MIGUEL COSTA CABANILLAS
En la figura 10 puede verse el triángulo de la potenciación y el desarro-
llo: acción-resultados con significación emocional, con importantes implica-
ciones en el desarrollo de planes y programas. Difícilmente se van a impli-
car las personas mayores en acciones y prácticas que carecen de interés para
ellos o que no tengan significado emocional, pero, a su vez. difícilmente van
a adquirir este sentido y significación si no se han implicado en experien-
cias-acciones que tengan resultados. Los resultados son, en sí mismos, la
fuente principal de significación.
12. Orientar la ayuda Skinner decía que «se ha dado una ayuda eficaz
hacia la a los otros cuando es posible interrumpirla
independencia y totalmente». Si lo que se pretende es que las
autonomía personas mayores tengan un mayor control de
sus vidas y sus entornos, resulta ineludible
comprometerles en la loma de decisiones y en
la responsabilización de las tareas y activida-
des que les afectan de manera significativa. En
este sentido, algunos criterios de ayuda resul-
tan necesarios:
Permitir que la persona mayor tome las decisio-
nes en los asuntos que le afectan.
EL «EMPOWERMENT» COMO ESTRATEGIA... 301
No hacer por ellos nada que puedan hacer por sí
mismos.
Ayudarles solo lo estrictamente necesario.
Preparar las situaciones para que les resulte más
fácil realizarlas.
13. Reducir la carga y Tener un cierto control de los riesgos del entorno
el estrés del (numerador de la ecuación) favorece el desaentorno rrollo de la competencia. La potenciación, en
efecto, tiene lugar en la medida en que exista
un balance adecuado entre riesgos y recursos,
es decir, en la medida en que la cantidad de
riesgo ambiental presente no desborde las po-
sibilidades y recursos de afrontamientq. Cuan-
do estos recursos son desbordados repetida-
mente por un exceso de estrés ambiental se
configura una situación de fracaso repetido que
facilita, a su vez, un sentimiento de indefen-
sión. Se hace así más probable que se rompa la
secuencia «acción-resultados», necesaria para
el desarrollo de la autoestima. El desarrollo de
la competencia en estas condiciones puede lle-
gar a ser, para muchos individuos, un objetivo
imposible de alcanzar. En este sentido, las
medidas sociales tendentes a reducir las des-
igualdades y condiciones de pobreza y mar-
ginación vienen a ser también una condición
facilitadora de la potenciación.
4. GUÍA PRÁCTICA DE ESTRATEGIAS Y HABILIDADES
INTERPERSONALES PARA EL APOYO Y LA POTENCIACIÓN
1. Dar oportunidad de verbalizar y articular las preocupaciones perso-
nales.
«He podido decir lo que me preocupa».
«¿Seré capaz de hacerlo?», «¿Podré cambiar?».
2. Mostrarse sensible a las señales que denotan preocupación, miedo y
vulnerabilidad.
No subestimar las emociones.
«Se ha dado cuenta de que estoy preocupado».
3. Reconocer la legitimidad de los sentimientos.
Frente a «debería Vd. animarse» o «no debería cantar victoria», «me
imagino que tiene Yd. razones...».
302 MIGUEL COSTA CABANILLAS
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