Pregunta: ¿Qué diferencia existe entre tener "fe" en la Homeopatía para ser curado y el tener "fe" en el Espiritismo para ser redimido?
Ramatís: La fe, que muchas personas juzgan ser necesaria para obtener éxito en el tratamiento homeopático, no es una creencia o estado místico religioso, que el paciente debe asumir' obligatoriamente para poder curarse. La fe, en ese caso, es la confianza, el optimismo y la simpatía del enfermo. De ahí, que despierta su naturaleza receptiva y se vuelva positivamente dinámico en su campo mental y astro etéreo, favorablemente electivo para la absorción de la energía dinamizada, suministrada por la dosis homeopática.
El pueblo presiente, debido a su innata intuición, que la Homeopatía es una medicina de acción energética, que se introduce en el mundo imponderable; es menos medicamento y más energía. Y, como éstas accionan sobre el psiquismo, las dosis deben ser tomadas con confianza, aunque su apariencia parezca inocua o simple agua destilada. Además, la fe implica paciencia y tranquilidad, estado de espíritu óptimo para alcanzar éxito en la terapia de las dosis infinitesimales. Las curas milagrosas, siempre se hicieron bajo un estado muy particular de fe, contribuyendo a dinamizar las propias energías en favor de la creencia y del taumaturgo o del santo a que acudieron. La fe agrupa las fuerzas mentales dispersas y las conduce a un punto dado o centro acumulativo, transformándolas en poderosas palancas, que en una fracción de segundos, produce el "milagro" tan en boga en la creencia popular.1
Esa fe tan pregonada para alcanzar éxito homeopático, es de similar afinidad a la fe de las personas, que ponen todo su empeño para ser curadas por los llamados "curadores del alma" que operan bajo la doctrina espirita. No basta creer en la Homeopatía para adquirir la salud sin violencias o intoxicaciones no agradables; es necesario confiar y mostrarse electivo, deseoso y receptivo a esas dosis tan diminutas. De igual forma, que no basta creer en los postulados espiritas, sino que se debe tener la fe, que es fruto del ánimo, de la buena disposición, confianza y receptividad. De ahí entonces, que el enfermo tanto se cura por la Homeopatía, por la sugestión, por los pases mediúmnicos o de los magnetizadores, porque ese estado de fe, fue generado con entera confianza y optimismo.
Pregunta: ¿De qué forma contribuye la filosofía espirita para el éxito de la Homeopatía?
Ramatís: El Espiritismo es una doctrina optimista y esclarece al hombre respecto a su inmortalidad y redención espiritual, a través de las vidas sucesivas. Relata el encuentro venturoso entre los familiares queridos en el Más Allá, demuestra que el Mal es relativo a las condiciones evolutivas del ser, no hay castigos eternos por parte de Dios, sino caminos apropiados para la recuperación del tiempo perdido. El sufrimiento es purgación y limpieza del periespíritu sobreviviente, o "vestido nupcial" del espíritu, que se prepara para un día conseguir el ingreso definitivo en las comunidades angélicas del Edén. La vida física es ilusoria y transitoria, apenas es un simple banco escolar, donde el espíritu aprende el alfabeto espiritual para luego entender el lenguaje de los planos angélicos.
En el seno de la doctrina espirita, los buenos médiums todavía prueban la vida espiritual a través de las comunicaciones mediúmnicas, materializaciones y voces directas, que ponen de manifiesto la identidad de las personas fallecidas. Además, efectúan pases, proporcionan el recetario curativo en forma gratuita y realizan operaciones asombrosas. En fin, por medio de esos abnegados trabajadores, los espíritus enseñan, esclarecen, confortan, ayudan, curan y renuevan la mente humana para que prosigan su camino de ventura eterna.
Obviamente, la doctrina espirita es una de las más valiosas contribuciones para la Homeopatía, porque sus adeptos no pueden ser pesimistas, tristes, desesperados o rebeldes, porque aprendieron que son seres inmortales; por lo tanto, el dolor es transitorio y útil y despoja al espíritu de su bagaje animal.
1 "Eso prueba que existen energías fabulosas en lo íntimo de cada ser, que al ser dinamizadas por un esfuerzo mental poco común, o por un estado de fe o confianza absoluta, se unifican y producen, lo que el vulgo llama de milagro. Son energías que destruyen lesiones, bajan o elevan la temperatura accionando los centros térmicos; purifican la linfa de la vida y electrizan el corazón. Sin embargo, no pueden ser curados todos los enfermos. El enfermo debe ir ¡il encuentro del curador y hacerse electivo a la cura..." Trecho extraído del Cáp. XXIII, "Jesús, Sus Milagros y Efectos" de la obra El Sublime Peregrino, de Ramatís. Edición Kier S. A. - Av. Santa Fe 1260, Buenos Aires, Rep. Argentina.
La desilusión en el mundo carnal, impulsa al hombre a buscar compensaciones en el mundo espiritual; la necesidad de alivio para los dolores tremendos, les hace desear la muerte, que es liberación. Todos los días se producen transformaciones en los seres, cambiándoles el aspecto físico y agradable de la niñez para la figura decrépita del viejo; las alternativas de placer y dolor, riqueza o pobreza, exaltación o humillación, convencen a las personas que viven en un mundo inseguro y decepcionante, como el náufrago que se posa en las arenas movedizas. Todo eso conduce al pensamiento humano a confiar en otras posibilidades de vida, más provechosa y pacífica, donde pueda vivir sus ideales, que son frustrados por la inestabilidad de la vida material.
Sin lugar a dudas, que esa condición que el Espiritismo crea en las personas, es un estado de espíritu ideal y electivo para el éxito de la Homeopatía. La vivencia humana bajo el mensaje espirita es un estado de "fe" que elimina fronteras y acerca al hombre a su fuente de recuperación física.
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