Pregunta: Bajo vuestra opinión, ¿el Espiritismo contribuye al éxito de la Homeopatía, y ésta corresponde recíprocamente a la doctrina espirita?
Ramatís: Indudablemente, ambas se complementan en el binomio "psicofísico" en su acción benéfica en la intimidad del espíritu humano. La Homeopatía acciona en la intimidad del ser y ayuda a mantener el control psíquico. Distribuye la energía potencializada en medio del vitalismo orgánico, ayudando al espíritu para efectuar las modificaciones urgentes y saludables para el cuerpo. Obviamente, es el psiquismo el que modifica el quimismo orgánico en base a la mejor disposición emotiva y energética y por lo tanto, su consecuente equilibrio fisiológico. El impacto energético producido en el campo mental y psíquico del paciente a través de la energía extraída de la sustancia material potencializada por las dinamizaciones homeopáticas, elevan la frecuencia vibratoria del espíritu enfermo, proporcionándole condiciones optimistas y estimulantes para sus reacciones favorables. Sin lugar a dudas, que mejorando el estado mórbido, también se reduce el pesimismo o la melancolía.
Por eso, que el médico homeópata, además de ser un hábil científico ha de ser un inteligente filósofo, para relacionar la terapéutica del mundo infinitesimal con los principios inmortales del alma.
Pregunta: Nos cuesta comprender, esa acción de la homeopatía en el cuerpo humano, que es capaz de afectar el psiquismo y remover la carga mental perniciosa. ¿Nos podéis aclarar un poco más ese asunto?
Ramatís: El espíritu del hombre, a pesar de estar encarnado, permanece adherido al mundo oculto de la energía libre," interpenetrado por las fuerzas de los planos, de la vida creada por Dios. Consecuentemente, la homeopatía es medicación apropiada para lograr el restablecimiento de la salud en el enfermo, porque está dirigida hacia ese mundo, donde el hombre tuvo su origen. Eso es posible porque el remedio homeopático es "energía" y no masa; es dinámica y no letárgica; más fuerza y menos medicamento; más activo y menos estático. Se asemeja a un poderoso catalizador que despierta energías, acelera reacciones en el organismo afectado, dado que intensifica y eleva su "quantum" de vitalidad adormecida, ajustando el potencial psicofísico desarmonizado, y acciona a través de su energía infinitesimal potencializada.
La energía infinitesimal que dormita en el seno de una gota homeopática puede desatar el poderoso campo de fuerzas que acciona el psiquismo humano y que dirige su cosmos orgánico. Es tan grande la afinidad de la acción terapéutica homeopática con el equipo periespiritual del hombre, que los "chakras" o centros de fuerza del doble etérico captan esa energía liberada y potencializada, absorbiéndola por los vórtices irisados. Entonces se produce un amortiguamiento vibratorio de las energías en combinación con el medicamento homeopático, permitiendo la condensación hacia la intimidad del cuerpo físico. La energía liberada y potencializada de las "altas dosis" homeopáticas se concentran con cierta rapidez en la región áurica del cráneo, convergiendo vigorosamente hacia la región cerebroespinal, diseminándose poco a poco, por las zonas de los plexos nerviosos braquial, cervical y dorsal, alcanzando inmediatamente el plexo solar, situado en la región abdominal. Bajo la influencia de esa carga energética y poderosa, el sistema nervioso trabaja activamente y restablece el metabolismo del sistema endocrino debilitado, incidiendo gradualmente en el equilibrio de todas las funciones orgánicas perturbadas. La glándula hipófisis, que es la regente del cosmos orgánico del hombre, se renueva y se conjuga con la epífisis, formándose un puente con la esfera mental y psíquica, aportando para el cuerpo físico todas las energías disponibles y activadas por la dosis infinitesimal homeopática.
El periespíritu, maravilloso potencial de fuerzas y responsable por el equilibrio del organismo carnal, acelera su producción energética, ni bien recibe el refuerzo dinámico de la alta dinamización homeopática.
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