El libro de la serenidad



Yüklə 0,94 Mb.
səhifə120/156
tarix02.01.2022
ölçüsü0,94 Mb.
#19903
1   ...   116   117   118   119   120   121   122   123   ...   156

Apego al ego



Aunque se habían desposado hacía sólo unos meses, se enzarza­ban en continuas y cada vez más violentas discusiones. Las cosas no podían seguir así, por lo que decidieron ir a recibir consejo de un sabio. Éste aseveró:

-La pareja perfecta es aquella en la que los dos se convierten en uno.

-De acuerdo -convinieron los esposos, para preguntar a conti­nuación angustiados-: Pero ¿cuál de los dos?
Comentario
Los disfraces, enmascaramientos, tendencias conscientes o in­conscientes y estratagemas del ego son innumerables y a veces muy difíciles de desentrañar. Como dijo un practicante: «Llevo toda mi vida buscando mi ego, pero no lo encuentro, y el caso es que cada vez que no lo busco, aparece y me domina». Y esta declaración se ajusta a la realidad, porque el ego es parte del universo fenoméni­co y cuando los fenómenos se exploran, no se observa en ellos una sustancia fija, sino que están siempre en movimiento, rodando sin cesar.

Pero, paradójicamente, el ego lo sentimos como muy consisten­te y todos estamos abocados con frenesí a retroalimentarlo, apun­talarlo y fortalecerlo, de tal modo que en cuanto algo lo hiere o resiente, reaccionamos con mórbida suspicacia, orgullo herido, sentimiento de que nos menosprecian o desconsideran y otras reac­ciones básicamente egoístas o narcisistas. Hay que trabajar mucho para debilitar el ego y poder utilizado como un secretario, en lugar de que él nos controle a nosotros. Realmente es muy difícil, por no decir imposible, gozar de serenidad con un ego sobredimensiona­do. El ego excesivo nos hace vulnerables, autodefendidos, déspo­tas y bloqueados.

Para trabajar en el debilitamiento del ego se requiere ejercitar un discernimiento claro, la reflexión madura, la meditación y la firme resolución de no querer seguir siendo una marioneta en manos de esa potencia desequilibradora que es el egocentrismo. Cuando va­mos situando el ego en su justo lugar y nos servimos de él como un mayordomo fiel y obediente, nos sentimos más seguros, más ar­mónicos y más dichosos. Pero es interesante saber cómo se va con­formando el ego, porque así estaremos en mejor disposición para destronado.

El ego se consolida a medida que el niño va creciendo. Sobre­viene por la identificación con el cuerpo, la imagen, los deseos, los proyectos, el sentimiento de individualidad y separación y las eti­quetas de nombre, nacionalidad, sexo y tantas otras. Así numero­sos puntales se van poniendo al servicio del ego. Influyen mucho también en su desarrollo sano y maduro, o insano e inmaduro, la educación, el ambiente familiar y social, el afecto recibido (para consolidar una buena o mala autoestima), las conductas de las fi­guras paternas y otros factores. Están asimismo las descripciones que los demás hacen de nosotros, los esquemas o modelos sociales y la imagen o yo idealizado. Todo ello conforma el andamiaje del ego, pero la cuestión es cómo ese ego va a evolucionar y si la per­sona va a madurar lo suficiente y no ser víctima de la autoimpor­tancia o el excesivo narcisismo, o, si por el contrario, no lo va a ha­cer y va a arrastrar un ego inmaduro y que requiere, por ello mismo, acorazarse en el narcisismo. Pero nadie puede ser feliz ni sosegado con un ego desmedido, que le convertirá en egocéntrico, suspicaz, susceptible, vanidoso, infantilmente exigente y dueño de una falsa y artificial autoestima.

El excesivo ego, además, aísla a la persona y le produce un sen­timiento de angustia por separatividad, porque hay una gran dife­rencia entre el sano individualismo y el mórbido aislacionismo in­terior. Aunque mientras se tenga un cuerpo-mente siempre habrá ego, éste se puede, mediante el trabajo interior, subyugar, de modo tal que, como explica Ramakrishna, «como un trozo de soga, una vez quemado, conserva su forma pero no sirve para atar, así es el ego que ha sido quemado por el fuego del Supremo Conocimien­to».


Yüklə 0,94 Mb.

Dostları ilə paylaş:
1   ...   116   117   118   119   120   121   122   123   ...   156




Verilənlər bazası müəlliflik hüququ ilə müdafiə olunur ©muhaz.org 2024
rəhbərliyinə müraciət

gir | qeydiyyatdan keç
    Ana səhifə


yükləyin