Dimension etica de la educacion cubana en la



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El trabajo de superación profesional (incluye en lo político), en aras del dominio de la ciencia y la cultura universal, la actividad científico metodológica e investigativa, la operacionalización de términos, la búsqueda de criterios de medidas e indicadores, la utilización de los diagnósticos, entre otros, en función de perfeccionar la educación en los valores de la ideología socialista de la Revolución cubana, de nuestros niños y jóvenes, es el reto de la elevación de la profesionalidad del magisterio cubano de hoy y en particular de los docentes que tienen a su cargo la formación de los presentes y futuros educadores cubanos.

ALGUNAS DIMENSIONES DE LA PROFESIONALIDAD DE LOS DOCENTES PARA EL DESARROLLO DEL TPI




  • Preparación martiana y marxista

  • Preparación política

  • Compromiso y ejemplaridad

  • Dominio del tratamiento pedagógico de la relación de la ciencia que enseña, con la cultura humanista, los valores y la ideología socialista.

  • Preparar a los estudiantes en las vías, métodos y procedimientos para la labor educativa en la escuela desde la propia clase.

Algunos indicadores para las visitas a clases:

  • Tratamiento de los valores como parte del contenido de la enseñanza (relación de los conocimientos, habilidades profesionales con la cultura humanista, valores ideológicos y modos de actuación).

  • Utilización de métodos activos de la enseñanza, que promuevan la reflexión valorativa como mecanismo de la autoconciencia.

  • Preparación de los estudiantes para la labor educativa en la escuela desde la propia clase.

  • Desempeño ético profesional del docente como ejemplo.

Algunos indicadores para las actividades metodológicas del departamento o disciplina.



  • Tratamiento de la ciencia en su relación con la cultura humanista, los valores y la ideología.

  • Cómo los programas potencian las dimensiones de la formación integral del profesional de la educación y dan salida a las prioridades educativas.

  • Tratamiento a la relación de los conocimientos con la esfera afectivo – volitiva, ideológica y actitudinal de los estudiantes, en los componentes del currículo o en actividades extensionistas.

  • Tratamiento de los medios, métodos o procedimientos en el desarrollo del proceso pedagógico que contribuyan a preparar a los estudiantes en la labor educativa.

Algunos indicadores para los colectivos de años

  • Dominio de la caracterización de los estudiantes.

  • Criterios para el seguimiento y control de los objetivos propuestos en las estrategias educativas.

  • Acciones metodológicas sobre las vías del colectivo para el trabajo de formación integral de los estudiantes.

  • Acciones metodológicas interdisciplinarias.

  • Tratamiento al protagonismo estudiantil.



Aproximación al concepto de PROTAGONISMO ESTUDIANTIL
Proceso interactivo de actuación democrática del sujeto en formación, que implica el compromiso personal en la actividad en la que esta involucrado, basado en la creación de necesidades, intereses y motivaciones internas, el aumento gradual de la autonomía moral y del ejercicio del juicio valorativo, la toma de decisiones individuales y en los procesos colectivos en los que participa con responsabilidad.

DIMENSIONES

Información y actualización política

Conciencia de la misión de la juventud actual

Actitud ante el estudio y resultados docentes

Desempeño de la práctica lab, actitud ante el trabajo, reafirmación vocacional y profesional, conciencia de los deberes y responsabilidad ante las tareas.

Defensor de los logros de la patria socialista

Antimperialista

Liderazgo en la conducción de su organización estudiantil
ALGUNOS CRITERIOS DE MEDIDAS DEL TPI

Preparación política

Nivel de actualización e información

Propaganda política

Preparación política

Resultados profesionales y laborales

Disciplina laboral

Asistencia y puntualidad

Cumplimiento de tareas asignadas

Calidad del trabajo docente

Calidad del trabajo metodológico

Resultados de actividad científica

Atención y resultados de la práctica laboral como tutor

Superación

Eficiencia económica, cuidados de medios, ahorro, rentabilidad educacional.

Activismo político social

Participación comprometida en las organizaciones a la que pertenece

Resultados de la emulación

Participación en jornadas ideológicas

Movilizaciones centrales

Días de la defensa y cumplimiento de la guardia

Desarrollo de la integración y extensionismo universitario en las sedes Pedagógicas como expresión de la universalización

Capacitación y superación de docentes y directivos provinciales

Entrenamientos metodológicos conjuntos

Talleres de intercambio científico y académicos

Trabajo comunitario

Trabajo de las cátedras honoríficas

Otras formas.
1. 7 Cultura económica y educación moral en la formación de profesores
Lic. Olga Rosa Cabrera Elejalde
La Tercera Revolución Educacional, cuyo máximo objetivo es elevar la cultura general integral del pueblo cubano, la formación de individuos preparados y previsores del cambio, portadores de cualidades humanas y morales que modelen la conformación del ideal social socialista, plantea la importancia de hacer énfasis en el aspecto educativo y político – ideológico como componentes esenciales de la actual Batalla de Ideas.
Dos claves básicas de la actual Batalla de Ideas son:


  • Por la Educación y la Cultura.

  • Contra las consecuencias de la crisis económica que azota a la humanidad.

Teniendo en cuenta que la economía, como actividad esencial que garantiza la existencia humana, está presente de una u otra forma en casi todos los móviles de actuación del individuo, tanto en su vida cotidiana como profesional; la asimilación de la cultura económica influye notablemente en la formación de la personalidad que la sociedad aspira en correspondencia con el sistema socioeconómico imperante, de ahí que reflexionar acerca de la importancia del desarrollo de la cultura económica en la formación de profesores es el propósito de este trabajo.


Hacia una definición de Cultura económica
Los hombres y mujeres durante la actividad económica no solo producen bienes materiales y servicios, sino también significados, o sea, emociones, sentimientos, estados de ánimo, en que se tienen en cuenta las experiencias, las creencias, las tradiciones, el conocimiento acumulado para modelar sus aspiraciones, sean éstas satisfechas o no; las relaciones que emergen de toda actividad económica implican además de un intercambio económico, un intercambio cultural. El elemento material que media dicho intercambio es la mercancía, portadora de valor y valor de uso.
La economía tiene nexos indisolubles con todos los fenómenos sociales, la cultura, como fenómeno social de alta complejidad que sintetiza los nexos entre la vida material y la vida espiritual, está estrechamente ligada a la economía.
Entender el fenómeno cultural desde la Ideología de la Revolución Cubana iplica tomar como referencia los presupuestos teóricos y metodológicos aportados por el pensamiento marxista – leninista, el ideario martiano y todo el pensar revolucionario que forma parte de las tradiciones de lucha del pueblo cubano.
Si bien los clásicos del Marxismo Leninismo no dejaron una definición explícita de cultura, es válido resaltar que en sus obras queda explícita una concepción dialéctico - materialista acerca de la misma, dejando una metodología de análisis para su estudio, con una visión integradora de la misma, véase por ejemplo “La ideología Alemana” (Marx C y Engels F: 1979), “El Capital” (1973 a), “Anti Dürhing” (Engels F: 1970), “La cultura proletaria” (Lenin V: I1961 f).
El vínculo que José Martí establece entre cultura y libertad resalta la esencia axiológica de la misma, en muchas de sus obras establece una estrecha relación entre lo universal y lo nacional en la asimilación de la cultura, planteando además la importancia de su utilización para hacer el bien a la patria y a la humanidad.
La destacada filósofa cubana Zaira Rodríguez (2001), señala la necesidad de abordar el problema de la cultura como expresión universal del proceso social. Otro autor destacado en el tema de cultura es Armando Hart quien se refiere a la cultura no en su sentido estrecho, sino en su acepción más general. “La cultura, en tanto lo que el hombre ha creado sobre la naturaleza o a partir de la naturaleza, incluye desde luego, la gran utopía humana a favor de la liberación social.” (Hart A: 2001: 110)
Hart, fiel seguidor de la obra martiana, destaca la dimensión ética de la cultura, subrayando esencialmente el valor de la libertad, es válido para esta tesis el análisis integral de la cultura que realiza este autor, así como su análisis acerca del papel protagónico del hombre en la creación y asimilación de la cultura.
Fidel Castro, quien sintetiza y eleva el pensamiento revolucionario cubano, también escala el concepto de cultura hasta la cima más alta de su expresión, al plantear “Sin cultura no hay libertad posible. La certeza de ese pensamiento, que no se limita a la cultura artística, sino que implica el concepto de cultura general integral, incluyendo la preparación profesional y conocimientos elementales de una amplia gama de disciplinas relacionadas con las ciencias, las letras y las humanidades, alienta hoy nuestros esfuerzos.” (Castro F: 2003: 3), expresando así la importancia de la integración de las ciencias y la vida misma en un pensamiento y desempeño culto de los individuos.
L.S.Vigotsky analiza la importancia de lo social en la formación de la persona y lo relaciona con la cultura " (...) La cultura, es justamente el producto de la vida social y de la actividad social y por eso el problema del desarrollo cultural nos introduce directamente en el plano social del desarrollo(...) Modificando la tesis de Marx, podríamos decir que la naturaleza psíquica del hombre es el conjunto de las relaciones sociales trasladadas al interior y convertidas en funciones de la persona y en formas de su estructura vemos en esta tesis la expresión más completa de todo aquello a lo que nos conduce la historia del desarrollo cultural" ( Vigostky:1987: 54 )
En esta dimensión cultural del desarrollo de la personalidad, la cultura no se aprende, se adquiere, se asimila mediante la actividad. Es un proceso de apropiación del sujeto en el aprendizaje.
De acuerdo con los autores antes citados se plantean como rasgos esenciales de la definición de cultura los siguientes:

  • La cultura surge con el hombre y es el hombre un producto de la cultura.

  • La cultura comprende el sistema complejo de relaciones materiales y espirituales en que el hombre y la mujer están inmersos a lo largo de su vida.

  • El legado cultural se transmite de generación en generación con un alcance universal y nacional.

  • En tanto que incluye la actividad del sujeto es susceptible de formación y desarrollo, mediante la propia actividad humana.

  • Es un fenómeno social complejo que interactúa y se relaciona con todos los fenómenos sociales.

  • Tiene carácter creador, histórico – concreto, clasista, y un profundo fundamento ideológico y axiológico.

  • La cultura se expresa en los valores, tanto materiales como espirituales.

La economía no es ajena a la cultura; hurgando en el origen del término se pudo apreciar que éste se asocia al cultivo en la época que el hombre tenía como actividad económica esencial la agricultura, primero el cultivo de un pequeño campo, luego la cría de ganado y finalmente la agricultura no sólo implicaron una vida más sana, sino además un intercambio de bienes entre las comunidades, luego de esta primera división social del trabajo las relaciones económicas entre los pueblos e individuos comenzaron a tener un significado de intercambio cultural.


La segunda división social del trabajo provocada por el incremento de la productividad del trabajo, la aparición del plusproducto, la artesanía y el comercio como oficios y más tarde la división entre el trabajo manual e intelectual; al mismo tiempo que implicaron nuevas formas de producción y acumulación de las riquezas, condujeron a nuevas formas de convivencia social, nuevos dispositivos económicos, jurídicos y nuevos métodos de organización de la comunidad, que constituyen también hechos culturales.
La mercancía es el elemento material que media la relación entre cultura y economía, nexos que son explicados por C. Marx , cuando analiza el surgimiento y desarrollo de las formas del valor en el Tomo I de su obra “El Capital”, al señalar: “(…) la materialización del valor de las mercancías, por ser la mera “existencia social” de estos objetos, sólo puede expresarse mediante su relación social con todos los demás”. (Marx C: 1973 a: 34) O sea el intercambio mercantil es un hecho sociocultural mediado por las relaciones sociales que se establecen en el proceso de trabajo.
Hace más de dos siglos el marxismo sacó a la luz el carácter misterioso de la mercancía, sin embargo hoy el fetichismo mercantil se hace más evidente al profundizar en las razones por las cuales los capitalistas promueven el arte y la cultura de acuerdo a sus intereses y dentro del esquema de su sistema social.
La esencia del problema está en la relación productor - consumidor, se habla de una industria cultural, sus promotores integran la cultura a las transacciones comerciales, como un bien más que se suma al juego de la oferta y la demanda. El mundo entero es pasado por el tamiz de esta industria, el ciudadano – consumidor debe asimilar que su propia existencia es una prolongación del producto entregado a través de ella.
Aunque la cultura siempre ocupó un lugar destacado en los procesos productivos y en la economía; relacionada con los conocimientos tecnológicos y científicos y con el crecimiento de la riqueza, en las condiciones actuales el fenómeno se extiende de manera creciente, bajo los efectos de la globalización y el avance de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación.
La conjugación de los elementos antes expuestos permite establecer los nexos entre economía y cultura, asumir la actividad económica con un enfoque cultural. “(…) Porque la cultura se vincula con los problemas económicos, con la solución del drama de la pobreza, con las cuestiones de carácter ecológico y desde luego con su fin principalísimo: la formación moral ciudadana…” (Hart: 2001: 89). Es necesario desarrollar la labor educativa por una cultura económica verdaderamente ética, aspecto de vital importancia para subvertir el actual “orden mundial.”
La asimilación de una cultura económica impone el desarrollo de la conciencia económica en los individuos, no puede verse como la simple apropiación de patrones económicos que permitan a los hombres y mujeres incorporarse al sistema de producción y consumo de manera tecnocrática y acrítica.
La importancia de desarrollar la cultura económica y penetrar más a fondo en el conocimiento de la economía es reconocida por Osvaldo Martínez (1996), quien señala la necesidad de que en las condiciones actuales de nuestro país se alcance madurez y sabiduría en materia económica. Según el autor, la madurez consiste en abrirse paso hacia el aprovechamiento de todo el caudal del pensamiento económico mundial, la sabiduría consiste en hacerlo sin olvidar que es para la eficiencia del socialismo, por lo que no debe incorporarse el mensaje político - ideológico presente en los instrumentos que llegan a través de dichos pensamientos. Martínez, plantea la necesidad de articular, adaptar, actualizar a los clásicos del marxismo con las realidades contemporáneas e incluso crear un pensamiento económica marxista cubano, a partir de la rica herencia cultural del pueblo cubano que tiene sus raíces en el siglo XIX.
Teniendo en cuenta los referentes anteriores y el análisis de los nexos entre Economía y Cultura, en esta tesis se define la cultura económica, como el sistema complejo de interacciones sociales que se establecen en el proceso de producción de bienes materiales y servicios en un contexto histórico determinado que trascienden a toda actividad humana, se revela a través de los conocimientos, los modos de actuación, la conciencia e ideología económicas, incluye las habilidades y destrezas adquiridas en el proceso de desarrollo y enriquecimiento humano, y se expresa en la creación y conservación de valores materiales en estrecha relación con los valores ético – económicos y espirituales en general.
Para comprender la complejidad de esta definición no basta con hacer lazos entre cultura y economía, que por sí solos ya son complejos, el largo laberinto de las relaciones e interacciones sociales que de las propias actividades económicas se desprenden pasan por la política, la moral y la ideología en sentido general , camino ya recorrido en este trabajo, hasta desembocar en los procesos psicosociales y personales relacionados con las actividades económicas y que se manifiestan sobre todo en la vida cotidiana, los estilos de vida, la conciencia social e individual y en toda actividad humana.
Desde el punto de vista filosófico, “la actividad como modo de existencia de la realidad penetra todos los campos del ser, y a ellos se vinculan aspectos de carácter cosmovisivos, metodológicos, gnoseológicos, axiológicos y prácticos, por lo que se considera modo de existencia, cambio, transformación y desarrollo de la realidad social. Deviene como relación sujeto –objeto y está determinada por leyes objetivas,” (Pupo: 1990: 75 -76) y sus formas son la actividad práctica, cognoscitiva, valorativa y la comunicación.
Figura 1: Relación de la cultura económica con la actividad humana.
Como se aprecia en el esquema, la cultura económica trasciende directamente a la práctica; actividad material adecuada a fines concretos: la producción de bienes materiales y servicios; como proceso mediato esencial, objetivo y vital para la existencia humana, que tiene como núcleo el trabajo.
El desarrollo de la conciencia económica en su estrecho vínculo con la política y la moral, como elementos que forman parte del contenido de la cultura económica, es de gran importancia para el éxito de la actividad práctica de los hombres y mujeres y su manifestación en la actividad valorativa o axiológica. Estos elementos constituyen argumentos necesarios para comprender la trascendencia de la cultura económica a la práctica y a los procesos valorativos en la actividad humana, cuya asimilación y desarrollo, mediante los procesos educativos, influye directamente en los resultados del trabajo.
La trascendencia de la cultura económica a la actividad cognoscitiva se hace evidente en la necesidad de los sujetos de asimilar conocimientos técnicos, tecnológicos y teóricos de la economía, en correspondencia con el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad. La asimilación desarrolladora de sus contenidos resulta de vital importancia para comprender, actuar y transformar la realidad económica, produciendo nuevos conocimientos a partir de la práctica y experiencia acumulada.
El desarrollo de la cultura económica forma parte del programa integral de formación de la cultura general en que se encuentra inmerso nuestro proceso revolucionario, al respecto Fidel señala: “Realmente es muy satisfactorio saber que es posible, que con una persona se pueda hablar de algo, de economía elemental y de las distintas corrientes económicas. Va a acabar por entender mejor las cosas y, en realidad, va a ser más revolucionario”. (Castro F: 2002 c: 4)
Al ser la actividad cognoscitiva un tipo de actividad espiritual, estrechamente relacionada con la personalidad del ser humano, la manifestación en ella de la cultura económica está mediada por procesos intelectuales, motivacionales, afectivos, volitivos y emocionales en estrecha relación dialéctica, poniendo de manifiesto la estrecha relación de la actividad cognoscitiva con la actividad psíquica; sobre estos procesos se ejercen influencias educativas ligadas a la comunicación entre los seres humanos que permite el intercambio y la transmisión de conocimientos.
Así, teniendo en cuenta que la acción de la práctica social es el elemento mediador en las relaciones sujeto – objeto y sujeto – sujeto, el proceso de producción de bienes materiales y servicios es el punto de partida para la actividad cognoscitiva que lo refleja y reproduce en forma de conocimientos económicos y laborales, los cuales son mediados por la actividad psíquica “proceso de interacción sujeto – objeto, dirigido a la satisfacción de las necesidades del sujeto, como resultado del cual se produce.

Los conocimientos económicos son valorados desde el punto de vista moral y político - ideológico alcanzando cierta significación para el ser humano. En el intercambio de actividad entre los sujetos mediante la comunicación, la actividad valorativa deviene en medida normativa - reguladora de las relaciones económicas y son asimilados los valores ético – económicos, sobre la base de estos patrones sociales se concretan los modos de actuación en la actividad económica, profesional y laboral.



A partir de este análisis se puede plantear que la cultura económica trasciende a la actividad pedagógica, entendida como la forma de actividad cognoscitiva mediante la cual los sujetos interactúan con el objeto tanto material como espiritual, produciéndose la transformación y autotransformación de los sujetos y del objeto mediante acciones y operaciones que impliquen el desarrollo de hábitos, habilidades y destrezas con la intención de satisfacer las necesidades individuales y sociales para el logro de un desarrollo humano en correspondencia con la ideología dominante.
1. 7. 1 La conciencia económica y la moral en la formación de la cultura económica de los profesores.
La existencia de la sociedad presupone la producción material y ésta la cooperación entre los individuos, proceso mediante el cual se establecen relaciones de producción entre los seres humanos, a través de las cuales estos asimilan y comprenden dicha producción, surgiendo puntos de vista, sistemas de opiniones que forman parte de la conciencia social (el conjunto de concepciones, representaciones, sentimientos, estados de ánimo, ideas económicas, políticas jurídicas, morales, filosóficas, estéticas, religiosas y científicas que reflejan el ser social).
La aceptación de la conciencia económica como forma de la conciencia social ha sido muy debatida entre los autores marxista – leninistas; sin embargo, en sentido general se reconoce la existencia de la conciencia económica y su papel en el desarrollo social.
Los autores Alberto L. Peña y Pablo Guerra (1990) realizan un análisis teórico – filosófico de la conciencia económica en la conciencia social, definiéndola a partir de los siguientes rasgos: refleja los nexos directos y específicos de la economía, la relación economía – conciencia es más amplia y concreta en comparación con otras formas de la conciencia social, brota de una base económica dada, abarca los diferentes niveles de la conciencia social: habitual y teórico y es el reflejo más cercano y directo del ser social.
Estos elementos captan lo esencial del concepto, pero dejan fuera el carácter activo y transformador de la misma, aún cuando en el capítulo tercero del citado libro, los autores se refieren a la importancia de la educación económica y laboral de las masas para la construcción del socialismo.
Después de lo analizado, aquí se define la conciencia económica como la forma de la conciencia social que constituye el reflejo más cercano y directo del ser social que brota de una base económica dada; es producto de la interacción de los sujetos sociales en la actividad productiva, de donde surgen puntos de vista, representaciones, sentimientos y estados de ánimo, sistemas de opiniones y concepciones acerca de la vida económica que estimula su actividad, afianzando, acelerando o retardando el desarrollo de la base económica.
Fidel Castro, en varios de sus discursos ha explicado con claridad la importancia y significado de la conciencia económica para la construcción del socialismo, al respecto planteó: “nosotros debemos utilizar la conciencia como arma fundamental en el desarrollo de las fuerzas productivas, que es lo que se ha definido con la frase: vamos a crear riquezas con la conciencia y no conciencia con las riquezas” (Castro Ruz F: 1987: 40), sosteniendo este concepto como una línea en su pensamiento, profundiza en el papel de las ideas en estrecha relación con las condiciones materiales que las determinan; así, la actual Batalla de Ideas implica “realizaciones concretas” y tiene entre sus líneas fundamentales: la lucha contra las consecuencias de la crisis económica.
En la sociedad socialista la unidad de los conocimientos, habilidades y destrezas económicas con los valores; es lo que hace efectivo la conciencia económica, expresada en conductas positivas y ejemplares en la construcción de la economía. Sin embargo, la clase trabajadora al llegar al poder tiene que dedicarse más a la política que a la economía, ya que es en el quehacer político donde se decide la perdurabilidad, tanto del poder político como económico; es así como el desarrollo de la conciencia política del pueblo posibilita enfrentar las más difíciles tareas económicas.
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